Los básicos de una boda de buen gusto
Hoy lanzar arroz ya no es la mejor idea, algunos sustitutos amigables con el medio ambiente lucen mucho mejor
Tu gran día será inolvidable para ti y, por supuesto, para tus invitados. Si quieres dejar un muy buen sabor de boca, más vale que juegues muy bien cada una de tus cartas. Una boda de buen gusto es una boda inolvidable (por las razones correctas).
Hasta hace algunos años, lanzar arroz a los novios o colgar flores de papel en las bodas no era tan mala idea. Hoy algunos elementos ya no están de moda. Sigue la tendencia y organiza una boda de ensueño, aprende qué sí y qué no (no hay falla):
- Lanzar arroz a los novios. Un clásico que ya no es “bien visto”. Debido al problema de hambruna mundial, es mejor optar por algún sustituto.
- Adiós flores de papel, plástico o tela. Además de contaminar, ya no está en tendencia. Es mucho más bonito utilizar en el ramo de novia y en los centros de mesa flores naturales.
- ¿Globos? Ni de broma. Una vez más, se trata de ser amigables con el medio ambiente. Los globos de poliuretano, los que hemos usado desde que éramos niños, tardan hasta 450 años en desintegrarse por completo.
- Botellas en la mesa, epic fail! Si desean una boda de buen gusto, olvídate de poner sobre las mesas las botellas de alcohol, refrescos y hielos. Las bebidas tienen que ser servidas por los meseros. También existe la opción de montar una barra (muy chic) a la que se acerquen los invitados a servirse.
- Ni muy muy ni tan tan. Un banquete justo a tiempo, para evitar que los invitados mueran de hambre y de forma suficiente, es decir, que no falte ni sobre para evitar desperdicios.
- No abusar de los padrinos. Los padrinos tienen la función de apoyar con algunos gastos, más no de responsabilizarse por la boda.
- Bye bye micro. Nada de maestros de ceremonia ni improvisaciones de familiares e invitados.
- La liga. Si optas por seguir la tradición, cuida que el ritual no caiga en lo vulgar.
- ¿Y el bailecito de los billetes? Ya no hay cabida para actividades como el paso del zapatito o poner billetes en el traje del novio.
- Pastel de bodas. Menos pisos, menos merengue.