La edad a la que es más probable que tu pareja te sea infiel
La edad de la punzada o la experimentación de los 20 están lejos del índice de infidelidad
No por nada dichos tan populares como “A la vejez, viruelas”. Y es que la madurez física parece tener poco que ver con la madurez emocional y es precisamente la adultez el momento en que tanto hombres como mujeres son (somos) más propensos a engañar. Es más probable que tu pareja te sea infiel alrededor de los 40 y 50 años.
La Universidad de New Hampshire ha concluido que para los hombres, 55 es la edad de la perdición, mientras que para las mujeres, es 45. Y coincide en ambos casos con la crisis de la mediana edad, esa nueva adolescencia en la que crece el hambre por probarlo todo, sí, ¡todo!
Según la psicoterapeuta Anabel Castrezana, la crisis de la mediana edad se define como “un período de reflexión, revaluación y transición personal en el que se pueden experimentar cambios físicos, emocionales y sociales”. Esta lucha por encontrar un nuevo propósito de vida lleva a muchos a caer en pequeños deslices, sobre todo, es el caso de aquellos que han pasado 10, 20 o 30 años en la misma relación. Aunque por supuesto el comportamiento no es justificable, la rutina mata.
“Los beneficios de la infidelidad femenina se reducen después de los 40 años porque una mujer ya no se beneficiaría en términos de calidad genética con su amante. Los hombres también experimentan una reducción de la calidad del esperma alrededor de los 45 años, pero los beneficios reproductivos de tener una aventura, se expanden más en la vida de un hombre que en la de una mujer”, informan los investigadores de la Universidad New Hampshire.
Es un comportamiento salvaje, se trata de renovarse o morir y es aquí en donde surgen las parejas del tipo 40 y 20 (o 50 y 20). Un hombre se convierte en Sugar Daddy y una mujer ahora es llamada Cougar.
En el caso específico de las mujeres, las de clase alta tienen un 8 por ciento más de probabilidades de engañar que las mujeres de clase media y baja mientras que los hombres tienen la misma probabilidad de engañar sin importar su clase social. Un hombre es infiel por aburrimiento.