Nuestra alimentación tiene como reto importante reforzar el sistema inmunológico frente a los agentes patógenos que producen la gripe y los resfriados.La alimentación es una de las herramientas que tenemos para potenciar el sistema inmunológico. Por ello, es clave una alta ingesta de frutas y verduras, cargadas de vitaminas y minerales. Hay que consumir, sobre todo, vitamina C porque acorta los procesos víricos y su virulencia. También en personas sometidas a situaciones de estrés ha demostrado disminuir la incidencia de estas infecciones. Son ricos en vitamina C los cítricos y hortalizas como pimiento, coliflor, espinacas o coles de Bruselas.Las frutas y verduras son fuente de otras vitaminas y micro-nutrientes que fortalecen el sistema inmunitario, como la vitamina A y la pro-vitamina A, presentes en la zanahoria, calabaza, melón, albaricoque, calabacín, brócoli, espinacas y en general las hortalizas de colores naranjas o rojos. Otros alimentos de gran valor nutricional son las setas.El sistema inmunológico es productor de radicales libres que lo debilitan por lo que es aconsejable mantener una alta ingesta de antioxidantes, como por ejemplo el té verde (siempre que no se padezca de hipertensión porque contiene cafeína).Dormir bien y hacer ejercicio físico son dos claves para potenciar las defensas del organismo. Andar todos los días media hora sería lo deseable. También nos ayudará mantener un peso saludable, ya que, el tejido graso está implicado en la regulación del sistema inmune.