Trasforma tu baño en un spa
¿Te duele la cabeza? ¿Todas las partes de tu cuerpo? Te encuentras mareada, débil, sin fuerzas. Antes de que cunda el pánico debes pensar que lo que te pase no sea la gripe A, sino una sobredosis de estrés.¿Quieres acabar con esta situación ya y encontrar el remedio? ¡Te lo contamos!
Seguramente estés pensando que después de una dura semana lo que menos te apetece es irte de fiesta ¡Pero sigue leyendo! Esta fiesta es por tu bien y para acudir a ella lo único que tienes que hacer es llenar bien hasta arriba tu bañerita y añadirle un gel relajante, o que contenga algún tipo de hidratación para tu piel. Después de estar un ratito “en remojo” date una ducha con agua medio fría y verás como te quedas como nueva.
Antes de tomar ningún medicamente opta por las opciones naturales. Por ejemplo si no es muy fuerte puedes usar una bolsa de hielo para rebajar la presión. Si por el contrario ves que la cosa va en serio y que no puedes más ve a la farmacia o tira de botiquín para aliviar el dolor.
Tan malo es pasar muchas horas de pie como sentada. Si tus piernas necesitan un descanso lo mejor que puedes hacer por ellas es masajearlas cuando estés en casa tranquila y después de una buena ducha.
Para ello uso algún tipo de aceite o crema con efecto relajante y no olvides que tu masaje debe ir desde los pies hasta las ingles y siempre haciendo círculos ¡Verás como notas la mejoría!
Las juergas, el estrés, los cambios de tiempo, todos son factores que influyen en tu pelo. Al igual que tu cara, el pelo también es el espejo del alma y si no lo cuidas te acabará pasando factura. Vuelve a darle brillo a tu melena usando un champú o mascarilla con eucalipto ¡oxigenará tu pelo!
Aunque creas que poco puedes hacer no es así. El tener buena cara al día siguiente es cosa tuya. Antes de irte a acostar aplícate un buen peeling para limpiar la piel y después usa una buena crema hidratante. Además no te olvides de dormir las 8 horas que son necesarias. Si duermes del tirón y súper relajada verás como al levantarte no queda ni rastro de esas antiestéticas ojeras.
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