El polémico método Grez, creado por el ingeniero Pedro Grez, tiene como sustento principal, el estar comiendo grasa para perder peso.
Según él, comer mantequilla, tocino, carne y otros alimentos altos en grasas saturadas, favorece la pérdida de la misma.
Sobre qué opinan los expertos, es donde radica el mayor problema, ya que el mismo Colegio de Nutricionistas de Chile se ha manifestado en contra de este método, haciendo un llamado a no seguirlo, por los riesgos que podría traer a la salud de una persona un régimen alto en grasa.
La ingesta de grasa junto a variedad de vegetales por ejemplo, favorece la absorción de las vitaminas de los mismos. Tal es así que se ha probado que las grasas de una comida incrementa la utilización de vitamina E por nuestro organismo y también, un estudio concluye que la ingesta de carotenos junto a grasas favorece su absorción e incrementa los niveles de vitamina A en el organismo.
De manera similar sucede con otras vitaminas liposolubles tales como vitamina D y K, cuya absorción se ve favorecida por la ingesta de grasas.
Por último, no debemos olvidar que determinados tipos de grasas no pueden producirse en nuestro organismo, por lo tanto, sólo podemos obtenerlas mediante la dieta y su presencia en cada célula es de gran importancia para su correcto funcionamiento.
Además de cuidar que no superemos el 40% de las calorías de la dieta en forma de grasas, es fundamental priorizar la ingesta grasas insaturadas y limitar al máximo el consumo de grasas trans.
Se ha probado que las grasas monoinsaturadas consumidas en reemplazo de grasas saturadas, pueden favorecer el adelgazamiento, aun sin modificar las calorías de la dieta.
Por otro lado, también se ha observado que alimentos ricos en grasas buenas como las nueces que poseen elevada proporción de grasas poliinsaturadas se asocian a mejor salud metabólica.
Por ello, siempre es mejor escoger grasas insaturadas al momento de intentar adelgazar pero resulta fundamental si buscamos perder peso con éxito que las grasas no falten en la dieta.