Un apartamento urbano puede poseer un aire retro y a la vez lograr conformar un espacio multifuncional que responda a las necesidades de hoy en día. Las tonalidades seleccionadas pueden ser los grises, el negro, colores llamativos, como el verde liquen, o los tonos bicolor.Mezclar muebles actuales con otros de marcada tendencia retro no es una tarea fácil, pero es posible fundir los dos estilos y crear un espacio informal, divertido y desenfadado.Muebles clásicos del siglo XX, piezas de art decó y algunos muebles de los años 50, conviven con otros más modernos. La planta se extiende en un único espacio, un hall diáfano, una luminosa cocina en acero y blanco con el techo achaflanado y una sala de estar con butacas art decó y un sofá rojo.El dormitorio es un lugar sencillo y cálido, con una cama doble. En el baño predomina un aire oriental, con mobiliario y láminas japonesas. La ducha y el inodoro quedan independientes del resto del baño. Cerca, una pequeña sala de lectura y televisión, con un sofá cama para los invitados. La mayoría de las piezas son originales y algunas proceden del rastro.Los detalles están cargados de glamour, de esmerado diseño combinado con una alta funcionalidad. Más allá de lo ornamental.Innovación en materiales, arriesgadas propuestas cromáticas, extremo cuidado con las formas y los acabados, el mobiliario no se conforma con ser un mero mueble, sino que actúan como elemento decorativo con cada vez más fuerza.Los aires retro se perciben en los diseños, que apuestan igualmente por un toque novedoso. Una visión moderna en la arquitectura y decoración que se convierte en casi un homenaje a la estética de los años cincuenta.