Aunar lo natural con lo tecnológico. Devota & Lomba ha presentado esta mañana su colección primavera ? verano 2008 en Cibeles con el objetivo de poner el punto de interés en la naturaleza y lo ecológico desde la tecnología que nos rodea hoy en día.Así, y a ritmo de un xilófono étnico que acompañaba a la música, el diseñador ha mostrado prendas en las que predominan las sedas en todos sus tratamientos. Con un patronaje limpio y sencillo, acompañado de pliegues, pinzas y construcciones geométricas Devota & Lomba apuesta por líneas sueltas y vaporosas, llenas de movimiento y sensualidad.Asimismo, cobra protagonismo la gama de tonos pastel que van desde el blanco más espacial hasta el verde oliva pasando por vainillas, azules y grises acentuados con tonos vino. Los tafetanes, las sedas, las gasas y las aplicaciones de cuero han sido los protagonistas de elegantes vestidos, blusas, faldas y capelinas para ellas y trajes de pantalón, camisa y chaqueta para ellos.El hombre de Devota y Lomba es moderno mientras que la mujer bascula entre una dulce muñeca y una mujer fuerte de los años setenta. Sin duda la prenda estrella del desfile ha sido la gabardina y sus tonos en sus múltiples interpretaciones.Ayer, pocas novedadesMuchos fueron los que coincidieron ayer, al afirmar que Cibeles se innaguró sin demasiadas novedades. Duyos, Lemoniez, Francis Montesinos, Ángel Schlesser y, para clausurar, Agatha Ruiz de la Prada, completaron un programa en el que cada uno de ellos estuvo en su lugar, sin sorpresas, sin riesgos y sin salirse de su línea.Jesús del Pozo, el encargado de inaugurar la 46 edición de Cibeles, lo hizo con una colección en la que los contrastes fueron protagonistas. El diseñador propone prendas luminosas para el día, y tardes suaves. Estos contrastes llegan también a las formas, con pantalones tremendamente estrechos o muy anchos, sin término medio, en los que el tiro llega casi a la rodilla.Al escaso riesgo se une la falta de tendencias, ya que prácticamente todo se lleva y cada uno tendrá que hacer su elección personal en la amplia oferta. Como coincidencias, el adiós a los vestidos cortados bajo el pecho y el triunfo de las siluetas tipo saco; el color morado en sus diferentes tonalidades; los talles de los pantalones en su sitio y las faldas siempre por encima de la rodilla.