Suegros, nueras, yernos…¡a veces puede ser compleja la familia política! ¿O no?
Dicen que cuando nos casamos o decidimos vivir en pareja no adquirimos el “combo familiar” ja ja ja ja ja. Nada más alejado de la realidad. Al decir “Sí, acepto”, o compartir la llave del nidito de amor, invariablemente se endosará la relación con la ascendencia de tu pareja y viceversa.
La relación con los suegros es importante, en el mejor de los casos puedes tener la fortuna de ver a sus suegros como unos segundos padres. Una relación sana, afectuosa, llena de confianza, que para ninguna de las partes represente un esfuerzo. En caso contrario te damos algunas guías para no morir en el intento.
Sé realista:
Mientras vivas en pareja, la relación con sus suegros será inevitable: son los padres de la persona que amas, por lo que estarán presentes para siempre en sus vidas, le guste o no. La empatía y el apoyo serán tus aliados a la hora convivir con tu familia política.
Respeto:
De ida y vuelta, como padres del cónyuge, los suegros merecen todo respeto, si la tensión entre tu suegra, suegro y tu se sale de control lo mejor es poner tierra de por medio. Sal un momento a calle y pon todo en perspectiva, es necesario cuidar las palabras en momentos de enojo, porque maltratando a los suegros, indirectamente se hiere a su pareja.
Comunicación:
La clave de toda relación interpersonal sana es hablar y escuchar. Lo único que se necesita es disposición y madurez
No hablar mal de ellos:
Por mas enojada que estés, no debes expresarte en forma negativa de tus suegros con su cónyuge, y mucho menos ante otras personas, recuerda que todo en esta vida se sabe y en algún momento tus comentarios podrían llegar a oídos de su pareja y traer problemas a la relación.
Lejos estamos mejor:
Una distancia prudente de los suegros privilegia la intimidad de cada familia.
Tal vez adoptar estos criterios suene como un reto, pero es preferible intentarlo por el amor a tu relación de pareja a ser consumida por problemas externos que dañen la estabilidad amorosa.