Bieryoga, la práctica que une a las parejas

Cuando le dije a mi esposo que hiciéramos yoga juntos me hizo una cara de ¡JAMÁS! pero cuando le dije que la clase incluiría una cerveza, SONRIÓ.

Hay algo que a la mayoría de los hombres les gusta y eso es la cerveza, esta bebida ha estado presente desde tiempos inmemoriales que provocan “felicidad”.

No todos los hombres comparten el gusto por la yoga esta práctica que es tendencia en la sociedad moderna y aquel que no la practica está totalmente “fuera de onda”.

El yoga tiene grandes beneficios para el cuerpo y la cerveza para el alma, diría uno de los alumnos de “BierYoga” o yoga cervecero.

Esta nueva manera de hacer yoga nació en Alemania, cuando los cultores de esta disciplina aprovecharon de poner en práctica ambas aficiones, ya que “ambas son terapias centenarias para el cuerpo, la mente y el alma”.

Jhula como se hace llamar la fundadora de esta actividad, es pionera en su práctica y sus reglamentaciones.“BierYoga es divertida pero no es un chiste. Tomamos las filosofías del yoga con el placer de beber una cerveza para alcanzar un nivel más alto de conciencia”, señaló.

Es tan exitosa esta nueva disciplina que ya se practica en Berlín, Sydney y Melbourne, donde sus cultores lo practican casi ceremoniosamente.

BierYoga se practica en  una vieja fábrica de cerveza en el centro de Berlín, donde la música es importante, pero más importante es la diversión que se logra en las sesiones.

“Ahora cierren los ojos y tomen su botella. Sientan la etiqueta, lo fresca que está la cerveza, sean conscientes de su olor… y tomen un sorbo. El primer sorbo del fin de semana siempre es el mejor. Sientan el burbujeo en el paladar”.

Esa es una de las instrucciones que escuchas en la clase en que se tienen que hacer posiciones de yoga y beber y beber en la sesión que dura 60 minutos y vale un aproximado de $10 dólares e incluye dos cervezas.

Según Jhula no se requiere de gran experiencia para practicar “BierYoga”  solo una mente abierta y claro amor por la cerveza.