La llegada de la primavera hace que las tardes inviten al reposo y a la conversación agradable. Un lugar idóneo para ello, eso sí, si está adecuado a tales tareas, puede ser el patio interior de una casa.En muchos casos, antiguos patios de cemento tosco, y algo descuidados, se pueden convertir en zonas ideales para el descanso. La luz que llega suele ser indirecta debido a la protección de los muros que lo cubren y al mismo tiempo cercan la vivienda. Así, utilizar para los suelos, la pizarra, contribuirá a crear un espacio acogedor y decorativo al mismo tiempo, sin olvidar que se trata de un material muy duro y resistente.Si cuenta con alguna columna metálica, conviene pintarla y envejecerla al estilo de los viejos cafés de los años 60. Los tonos oscuros contrastan con las paredes de piedra.En cuanto al mobiliario, pensado para el descanso, el patio se llenará de sillones, sillas y mesas. De distinto estilo, tanto en lo que concierne a las telas como a los muebles, para conseguir de un modo fino y sutil, una estructura armónica.No podemos olvidar completar su decoración con plantas de colores y en perfecto estado hacen pensar que llevan allí toda la vida. Los coloridos geranios dejan caer sus hojas en el suelo de pizarra como si sus pétalos formasen parte del decorado. Grandes vasijas de barro cocido albergan matojos de flores en tonos fucsia y malva.