La belleza es la propiedad de las cosas cuya contemplación produce deleite espiritual. Por ello, cuando contemplamos a una persona, no sólo nos fijamos en su rostro sino también en su interior.El rostro es transmisor de emociones, la belleza exterior guarda siempre alguna relación con el estado interior. Por lo que conquistar el equilibrio emocional favorece nuestra belleza. Para ello tendremos que aceptar los aspectos que menos nos gustan de nosotras mismas. Todos tenemos afectos que rechazamos, pero debemos asumirlos como propios si queremos conocernos psíquicamente.Hay factores externos y culturales que también influyen sobre la idea que una persona tiene de sí misma, pero siempre combinados con factores internos, que son determinantes para que una persona se sienta a gusto o no consigo misma.El equilibrio emocional se consigue cuando nos aceptamos y nos queremos como somos, sin engaños ni mentiras y cuando nos atrevemos a reconocer nuestros deseos y tenemos el valor de realizar los que son posibles, sin castigarnos por los que no podremos llevar a cabo.Por lo que, si quieres sentirte guapa, y que además te vean así, debes modificar tu actitud hacia ti misma, y sentirte segura y bien contigo misma.