Los dientes tienen formas y funciones diferentes. Los incisivos sirven para cortar los alimentos; los caninos, para desgarrarlos y los molares, para masticar. Para que todas las piezas dentales realicen correctamente su función, es necesario que las piezas del maxilar superior encajen correctamente con las del inferior. "Tragar la comida casi entera no es beneficioso para el estómago. La digestión comienza en la boca", asegura el doctor Farzin Falahat, profesor de la Universidad Complutense de Madrid.Todos los movimientos de apertura y cierre de la boca, cuando masticamos o bostezamos, se ejecutan mediante la articulación témporo-mandibular (ATM). "Pero cuando existe una masticación incorrecta, la articulación puede llegar a sufrir una luxación y dar origen a chasquidos, dificultades para abrir completamente la boca o dolores crónicos en la mandíbula", explica el doctor Francisco M. Kovacs, director del Departamento Científico de la Fundación Kovacs.Los problemas dentales no se limitan a molestias funcionales, también pueden tener su origen en problemas infecciosos graves. Es el caso de la placa dental, responsable directa de la aparición de las caries y, que en casos extremos, puede atacar las encías provocando gingivitis.