Alma gemela, ¿mito o realidad?
Sí, suena muy bonito, pero cuando nos preguntamos si algún día encontraremos a nuestra ‘alma gemela’ podemos estar cayendo en una trampa. Pensar que existe una persona que pueda satisfacer todas nuestras necesidades es muy arriesgado y una gran responsabilidad para el pobre al que le entregues ese paquetote. De entrada, estamos poniéndonos en una situación donde fácilmente nuestra pareja puede decepcionarnos, y no tiene mucho que ver con la persona en cuestión, sino que difícilmente habrá alguien que cubra todas nuestras expectativas.
Cuando somos niños aprendemos lo que es el amor a través de nuestros padres, y cuando crecemos confundimos esa noción de amor en la que nos nutren, nos cuidan y ven por nosotros con el amor de una pareja. Es un error totalmente normal porque en ningún lugar nos enseñan cómo amar y cómo será el amor en la vida adulta. El reto y el aprendizaje es entender que la pareja no suplirá esas necesidades que no hemos cubierto por nosotros mismos.
Seguramente conoces o conocerás a una persona que sea increíble, maravillosa y que pueda tener las mejores cualidades y una súper química contigo, sin embargo, esto no significa que él o ella debe cubrir con todo lo que necesitas para ser feliz. La felicidad se origina en nuestro interior, por eso las personas o situaciones externas no podrán darnos la felicidad, si no la cultivamos desde adentro. Teniendo esto en mente, más bien deberíamos estar buscando a esa persona con quien compartir todo lo que llevamos dentro y que le agregará algo más a nuestra historia, algo mejor. Así, no buscaremos un alma gemela que nos complete y nos llene porque nacemos con todos los elementos necesarios para completarnos y llenarnos nosotros mismos, en otras palabras estaremos listos para amar.
Recuerda que nadie será el responsable de tu felicidad, más que tú mismo. Ésa es una carga demasiado grande para cualquiera. El objetivo de una relación de pareja es compartir nuestras vidas y experiencias con el otro, ayudándonos mutuamente a mejorar y a lograr metas que nos serían más difíciles alcanzar individualmente. Con esto en mente, ya no existe necesariamente una única persona que cubra todas nuestras expectativas, mejor dicho existen personas con quienes podemos compartir el camino de vida y que sus cualidades hacen más fáciles los logros de metas en común. ¿Y quién necesita de un ‘alma gemela’ cuando tiene todo eso?