Contrariamente a lo que siempre se ha pensado, cuando se cumplen los 40 años no es absolutamente necesario acortar la melena, basta con un simple flequillo, por ejemplo, para estar seguras de haber dejado 10 años en el camino. Sin embargo, hay que poner especial atención a la hora de elegir un corte para hacerlo en función de la forma de nuestra cara y la naturaleza de nuestro cabello.Además, hay que seguir la regla de oro a partir de los 30: lo más importante es repasar los volúmenes para permitir que los cabellos se acomoden por sí solos, se muevan libremente y así evitar los "brushings", agresivos y poco naturales que, además, lo único que consiguen es dar un aspecto avejentado. A esta edad, no se debe jugar a ser una quinceañera, es el momento de resaltar la feminidad, no de volver a la dorada juventud.Y en cuanto al color, la clave es evitar los extremos. ¡No al negro intenso, al rojo chillón y al rubio platino! Optar por colores suaves, con reflejos color caramelo, dorados o con castaños realzados con un toque de avellana, es la mejor forma de iluminar el rostro y la mirada.