El trabajo en la oficina tiene los días contados para algunos profesionales, como diseñadores o arquitectos, y en su lugar se ha implantado una nueva tendencia laboral: el teletrabajo. Se trata de una forma de desarrollar la jornada laboral trasladando la clásica oficina o despacho al hogar.Para organizar tu lugar de trabajo en casa debes disponer, en primer lugar, del espacio suficiente para instalar un despacho. Un mínimo de 10 m2 con luz natural y buena ventilación bastarán para integrar todos los elementos necesarios para trabajar, aunque es imprescindible que este lugar sea independiente de otras estancias con el fin de conseguir una zona tranquila donde concentrarse.En cuanto al mobiliario, éstos son los elementos que no pueden faltar en un despacho hogareño: la silla -ergonómica y cómoda-; la toma telefónica y la conexión a Internet; una toma de corriente por aparato: ordenador, fotocopiadora, fax…; un ordenador que, en caso de ser portátil, acompáñalo de con un monitor de más pulgadas para trabajar cómodamente; una papelera; una lámpara de mesa; una impresora; y material de oficina como bolígrafos, cuadernos, blocs, archivadores y demás utensilios.Si tu hogar no dispone del espacio suficiente para montar un despacho con todas las comodidades o tu tiempo no te permite centrarte de lleno en esta labor, no te preocupes, puedes recurrir a asesores como la cadena Ikea que pondrán a tu alcance un asesoramiento personalizado, con servicio a distancia para gestionar tu compra, transporte, montaje y otras ventajas.Desgrava tus gastosTe puedes desgravar la hipoteca siempre que la vivienda o local se utilicen sólo para desarrollar tu trabajo. En este caso, también puedes desgravar los gastos de luz, agua, calefacción. Pero si es tu vivienda habitual, lo normal es que ya la desgraves en la renta por este concepto y, en este caso, los gastos generales deben prorratearse en función del tanto por ciento del espacio total de la vivienda que uses para tu actividad.