El Deseo Sexual Hipoactivo es un trastorno que afecta a más del 60% de las personas que acuden a la consulta de un especialista en la materia y que se define como la disminución o ausencia de fantasías y deseos de actividad sexuallde forma permanente o recurrente, que puede derivar en un malestar acusado en quien lo parece o n su pareja, afectando de manera muy negativa a sus relaciones interpersonales.Las mujeres con bajo deseo experimentan malestar personal y emocional en el ámbito sexual, según los resultados del estudio DESIRE que se han hecho públicos en la reunión anual de la Sociedad Internacional para el Estudio de la Salud Sexual de las Mujeres que se acaba de celebrar en San Petersburgo (Estados Unidos).Los descubrimientos se basan en una encuesta de 5.098 mujeres con bajo deseo sexual y malestar asociados. En el estudio muchas mujeres experimentaban emociones negativas, como insatisfacción con su vida sexual, culpa sobre las dificultades sexuales y malestar sobre su vida sexual.Lo más normal es que el problema tenga causas psicológicas. Niveles bajos de autoestima, depresión, estrés, ansiedad, falta de comunicación, intimidad o confianza con la pareja, una educación sexual muy estricta.Con la intención de solucionar este problema, acaba de desarrollarse una nueva herramienta diagnóstica que permite evaluar, en tan sólo cinco preguntas de tipo "sí o no" y sin necesidad de que se trate de un médico especialista, si realmente se padece Disfunción Sexual Femenina.Según la Doctora Clayton, "esta nueva herramienta puede facilitar el diálogo, ayudando a los médicos y a otros profesionales sanitarios a diagnosticar con precisión el TDSH generalizado adquirido". No obstante, aunque el Deseo Sexual Hipoactivo es una de las disfunciones sexuales más difíciles de tratar, lo cierto es que se puede superar con ayuda. Hay quien recomienda diferentes tipos tratamientos psicoterápicos, como la psicoterapia conductual, basada en la teoría de los comportamientos aprendidos, o las terapias sexuales.