Según un reciente estudio elaborado por investigadoras de la Universidad del País Vasco, el aceite recalentado posee aldehídos, unos compuestos sospechosos que podrían generar enfermedades neurodegenerativas y algunos tipos de cáncer. Además, han observado que el aceite de girasol genera más compuestos que el de oliva.La profesora del departamento de Farmacia y Tecnología de los Alimentos de la UPV y coautora del trabajo, María Dolores Guillén, investigó si los compuestos permanecían en el aceite después de calentarlo y "efectivamente, así es", señaló.Para llevar a cabo la investigación, se calentó a 190 ºC en una freidora industrial tres tipos de aceite: de oliva, girasol y lino. La operación se realizó durante 40 horas en los dos primeros y en 20 horas para el caso del aceite lino.Uno de los principales problemas es que los aldehídos tóxicos que se generan como consecuencia de la degradación de los ácidos grasos del aceite, se pueden incorporar a los alimentos cocinados. De esta forma, como son compuestos reactivos pueden reaccionar con proteínas, hormonas y encimas del organismo e impedir su buen funcionamiento.