La incomparable isla de Córcega, ubicada en medio del Mediterráneo, destaca principalmente por su naturaleza. Gracias a sus aguas cristalinas, a sus playas de arena fina y a los montes que se alzan en medio de ella, Córcega es el sitio ideal para desconectar y disfrutar de unas buenas vacaciones.Cuenta con 50 picos que superan los 2000 metros (las más altas del Mediterráneo), lo que explica la singularidad de su cultura y de sus paisajes. Algunas de las reservas naturales de la isla han sido declaradas Patrimonio Mundial por la Unesco, tal es el caso de el Parque Marino Internacional y el Parque Natural Regional, situado entre Calvi y Porto-Vecchio.Su riqueza natural ofrece una amplia paleta de actividades deportivas para gozar al aire libre. Es el lugar idóneo para practicar deportes extremos como el kayak, el rafting, el buceo, la pesca submarina o el ski acuático. Para aquellos que no se sientan como pez en el agua, existen otras actividades que se pueden practicar en tierra firme: senderismo, alpinismo o karting -sin olvidar el Rally de Córcega-. Los que quieran descargar adrenalina en el aire, deben saber que existe la posibilidad de volar en ala delta y disfrutar a vista de pájaro de los maravillosos paisajes que ofrece la isla.El mar y la montaña se unen con la Córcega pintoresca y la Córcega de los yates, los veleros y los lugares de moda. Así, lugares como Ajaccio, Bonifacio, Calvi, Porto Vecchio o Bastia, entre otros, son localidades que bien merecen ser visitadas para impregnarse de la belleza de todos sus rincones.Así es Córcega. Una isla mágica que ha preferido esconderse de las masificaciones turísticas, pero que se abre ansiosa a todos esos que saben respetarla y saborearla.