La directora de la empresa, Jane Shepherdson, Shepherdson se queja de no haber sido consultada sobre esa contratación de la famosa supermodelo británica, informa el vespertino Evening Standard. Según los amigos de Shepherdson, las relaciones de éste con el propietario de la cadena, el multimillonario Philip Green, se han enfriado por culpa de ese contrato, anunciado antes de la Semana de la Moda de Londres, del pasado mes.
89.000 euros por un beso
Green conoció a Kate Moss el año pasado en una fiesta de caridad en la que ofreció el equivalente de 89.000 euros por un beso de la modelo y desde entonces corrieron rumores sobre la posibilidad de que ésa comenzara a trabajar para Topshop.
Al anunciarse entonces el contrato, Green declaró públicamente: “Muchos famosos han sido explotados al colaborar en líneas de ropa, pero (Moss) sabe que somos serios. Queremos que su carrera no se limite a hacer de modelo”.
Sin embargo, señala el “Evening Standard”, el empresario no contaba con herir las susceptibilidades de la directora de Topshop, que ha transformado totalmente esa cadena para convertirla en la joya de la corona del imperio comercial de Philip Green.
Topshop tiene una facturación anual de 600 millones de libras (894 millones de euros) y se espera que sus beneficios lleguen este año a los 150 millones de euros. Además de tener un gran olfato para el diseño y suficiente confianza como para contratar a jóvenes diseñadores todavía desconocidos, Shepherdson ha introducido en Topshop una serie de innovaciones antes reservadas a tiendas de más lujo como salas para VIP y estilistas personales.
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