Las Katiuskas también son conocidas como botas de agua, el nacimiento de esta prenda tan práctica tiene un noble origen.
El Duque de Wellington, en 1817, pidió a su zapatero Hobbs que le diseñara unas botas para poder usar tanto en batalla como en las noches en Londres. Fueron denominadas Wellington o Wellies, en honor al Duque, se pusieron rápidamente de moda entre los caballeros británicos.
Transcurridos 12 años, la nueva tendencia llegó a España para extenderse, esta vez bajo otro nombre: katiuska. La procedencia del término resulta curiosa ya que fue adoptado de la obra Katiuska, de Pablo Sorozábal.
El uso de esta prenda pasó rápido por los reinados. En 1981 Lady Diana volvió a ponerlas de moda al vestir unas Hunter en sus fotos.
En los últimos años los diseños se han multiplicado con la mezcla de materiales, diseños editados, la introducción del tacón y la plataforma. Las hay de todo tipo y condición, a precios muy variados que van desde 12 euros, mientras que en una famosa tienda deportes o en grandes supermercados puede llegar a los 400 euros, en marcas especializadas o de lujo.