Seca y deshidratadaSi éste es tu problema, sin ninguna duda lo tuyo son las cremas y leches limpiadoras.Busca fórmulas ultracremosas, que sean como una caricia para la piel.Aplícalas con los dedos, haciendo un pequeño masaje, y retíralas con un pañuelo de papel o con algodones, insistiendo, sobre todo, en las aletas de la nariz y en el nacimiento de las orejas, que a menudo olvidamos limpiar.Mate y grisáceaTu epidermis necesita una renovación.Es un fenómeno muy común en las fumadoras, en quienes han tomado mucho el sol y en aquéllas con pieles grasas, así como en los hombres.Lo tuyo son las limpiadoras con un ligero efecto exfoliante.Estos productos son perfectos para pieles gruesas y resistentes, pero no son aconsejables para los cutis delicados.Grasa y con impurezasLa limpieza es para ti absolutamente imprescindible.Debes ser muy escrupulosa, por la noche y por el día, usando una limpiadora para tu grado de grasa cutánea.Si tienes la piel muy grasa, te convienen las que lleven ácido glicólico, que ayuda a contener las impurezas, y no olvidarte del uso de un tónico para evitar los puntos negros.Si tu cutis es mixto, usa una limpiadora suave al agua que no contenga cuerpos grasos y el tónico, sólo en las zonas más conflictivas, evitando las áreas secas.Piel que se irrita con facilidadDebes comenzar el tratamiento siempre con una limpiadora.Para ti es especialmente importante escoger productos hipoalergénicos que respeten el pH de tu piel y que contengan activos calmantes, siendo los más corrientes la camomila, el aloe vera y, sobre todo, el agua termal, que, además, hace un excelente doblete como tónico.Y, por supuesto, descartar todos aquellos productos que irriten tu piel.