Los dolores en los hombros y la nuca suelen estar provocados por tensiones y malas posturas. Aprende a prevenirlos.Si durante un paseo por la calle, observamos detenidamente las diferentes posturas corporales de la gente, veremos un alto porcentaje de hombros levantados, cuellos cortos y espaldas encorvadas, pero, por lo general, hasta que no hay un dolor profundo, no se consulta con un especialista.Las molestias en la zona de la espalda y el cuello suelen acentuarse mientras trabajamos. Las causas pueden ser múltiples, pero estas dolencias se producen principalmente por tres factores: los malos hábitos posturales, el estrés y los movimientos repetitivos que se efectúan a lo largo del día.La cabeza es una de las partes más pesadas de nuestro cuerpo y, si no la llevamos correctamente colocada sobre los hombros y en eje con la columna, el esfuerzo que tienen que realizar el cuello y la espalda para sostenerla es muy grande.El cuerpo tiende a equilibrarse y, si la cabeza está más adelantada que el torso, para poder sostenerla en este lugar, la estructura corporal comienza a tirar de los músculos, tensándolos, y va arrastrando consigo a los huesos y las articulaciones que, poco a poco con el tiempo, se van deformando.MICROTRAUMASLo ideal para nuestro cuello, sería poseer una musculatura con fuerza y flexibilidad; de esta forma, vértebras y articulaciones no estarían comprimidas, tendrían un movimiento fluido y las sentiríamos blandas. Lo importante es prevenir a tiempo y no esperar a que se presente un dolor o un problema.Hay que buscar nuestra salud y bienestar corporal con ejercicios suaves, estiramientos y corrección postural. Muchas lesiones, como las tendinitis y otros cuadros de tensión, tienen carácter progresivo. No se producen repentinamente, como cuando nos damos un golpe, sino que son consecuencia de la acumulación de “microtraumas” cotidianos que, con el tiempo, provocan dolor y otros síntomas.Para combatir estas innecesarias molestias, y tener una vida en lo posible alejada del estrés, es importante considerar el ejercicio diario y cuidar nuestro cuerpo. Podremos modificar el grado de tensión acumulada y, en el caso de personas muy nerviosas o hiperactivas, ir cambiando su tono muscular característico.No es aconsejable realizar movimientos bruscos o demasiado rápidos para aliviar estas dolencias, ya que pueden ser contraproducentes y no resuelven la situación.Además, si fortalecemos la musculatura de la zona lumbar y abdominal, nos permitirá utilizar esta fuerza, y no la de los hombros, en nuestras actividades y movimientos cotidianos.MUÉVETE CADA DOS HORASLos músculos sostienen nuestro esquema corporal. Si la postura es correcta, prevenimos que haya zonas forzadas a mantenerse tensas, para contrarrestar el desequilibrio que provoca lo que no está en el eje del cuerpo.Las personas que mantienen durante mucho tiempo una misma postura, si ésta les provoca tensión, deberían estirarse y moverse, como mínimo, cada dos horas. Así, la musculatura se sentirá aliviada y el cansancio a lo largo del día será menor.EJERCICIOSLos ejercicios de cuello deben realizarse muy lenta y suavemente, para percibir con claridad cómo va influyendo el movimiento en la musculatura y en las articulaciones. La intención tiene que ser la de estirar el cuello y separar las vértebras, nunca comprimirlas.1.HACIA ADELANTE, HACIA ATRÁS Y LATERAL. Realiza cuatro estiramientos en cada dirección con movimientos largos y amplios, y manteniendo los músculos relajados. Cuando el mentón va hacia el pecho, estira la nuca, y cuando la cabeza va hacia atrás, utiliza su propio peso, estirando la garganta. Acerca la oreja hacia el hombro del mismo lado, sin subir el contrario, debe mantenerse en su sitio. Repite hacia el otro lado.2. LOS CODOS, HACIA ATRÁS. Con este ejercicio estirarás la musculatura situada alrededor de los omóplatos. Coloca las manos, con los dedos entrelazados, detrás de la cabeza, más arriba de los arcos de la nuca. Los brazos deben estar relajados. Lleva los codos hacia atrás, sin forzar demasiado. Los omóplatos se juntan acercándose a la columna. Relaja hacia delante para volver a comenzar.3.EMPUJA LA NUCA HACIA EL PECHO. Dirige el mentón hacia el pecho estirando la nuca. Coloca las manos unidas detrás de la cabeza para que ejerzan una leve resistencia. Utiliza sólo los músculos del cuello y los trapecios, y lleva lentamente la cabeza hasta la posición recta.Por Florencia Verde Street