Si ya has descartado la posibilidad de embarazo, y estás entrando en pánico porque tu período menstrual no viene, ¡tranquila! Te diremos algunas razones por las que no te baja.
A muchas mujeres les pasa esto de experimentar períodos ausentes, también conocidos como amenorrea. Sin embargo, siempre hay alguna explicación para la ausencia de la menstruación.
Excesivo aumento de peso: Subir de peso puede causar un exceso de estrógenos que se almacenan en los tejidos grasos. Esto conlleva al adelgazamiento de la mucosa uterina y la disminución de la ovulación. La solución para este caso es recuperar el peso ideal y consultar a un especialista.
Hacer demasiado ejercicio: El ejercicio es saludable, pero cuando haces mucho ejercicio puedes bajar de peso muy rápido, y esto atrasará tu menstruación. En este tipo de casos se llama amenorrea atlética, y la sufren generalmente mujeres que se dedican a carreras de larga distancia, ballet, gimnasia rítmica, patinaje artístico, etc. Se recomienda realizar estas actividades siempre supervisadas por un médico.
Mucho estrés: El exceso de trabajo o estudio puede causar un estado de estrés que afecte nuestra menstruación. Esto se debe a que las hormonas del estrés, como el cortisol, se producen excesivamente. Nuestro cerebro, al estar produciendo gran cantidad de estas hormonas, no puede hacer lo mismo con las necesarias para la ovulación, que son el estrógeno y progesterona. Sin estas no puede haber menstruación. Cuando el nerviosismo vuelve a la normalidad, tu cerebro se enfoca en producir las hormonas de la menstruación.
Síndrome de ovario poliquístico: Consiste en la formación de pequeños quistes en los ovarios, provocando un desequilibrio hormonal. Las mujeres que sufren esto tienden a tener ciclos menstruales irregulares, aparición de acné, sobrepeso y mucho vello. El tratamiento es bastante sencillo y se puede descubrir por medio de una ecografía.
Una enfermedad crónica: Algunas de las enfermedades que pueden causar amenorrea son la diabetes, la colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, lupus, fibrosis quística y cáncer en zonas susceptibles al ciclo menstrual.
Si ninguna de estas razones se adapta a tu caso, lo mejor es consultar a un ginecólogo para que pueda analizar con detalle lo que te está pasando. Y recuerda de haber descartado por completo el embarazo.