Se llama sexo oral a acariciar los genitales de una persona hasta que consiga su satisfacción sexual. El sexo oral ofrece posibilidades de intimidad, confianza y generosidad que la relación sexual coital no tiene, además de que para muchas personas es la forma más agradable y fácil de conseguir el orgasmo.
El sexo oral tiene dos nombres, besar, lamer o chupar la vulva se llama cunniligus y al contacto de la boca con el pene se le llama felatio o felación.
Cuando se producen simultáneamente, se le suele llamar el 69, este número representa la postura que las personas adoptan para realizar estas prácticas al tiempo.
La mayoría de los hombres creen que la felación es muy placentera para ellos pero no para sus parejas por eso muchos no se atreven a pedirlo por miedo a que ellas se sientan menospreciadas o rebajadas, pero la verdad es que, para muchas mujeres es tan gratificante como para los hombres y algunas pueden incluso llegar a sentir el orgasmo practicándolo pero para que esto suceda es muy importante hablar de estos temas con claridad y establecer con precisión las reglas del juego de este modo la persona que realiza la felación puede concentrase en su placer sin estar preocupada por las sensaciones de su pareja.
Importancia de la higiene
Es muy importante estar completamente segura de la higiene de los genitales antes de empezar, algunas mujeres no se sienten a gusto si no controlan ellas mismas la limpieza de la zona. Siempre es bueno comenzar con una ducha compartida o un baño; si cada uno se ocupa de la higiene de los genitales del otro, el miedo a la suciedad desaparecerá y la idea de tomar con la boca el pene no producirá repugnancia.
Comienza acariciando su cuerpo
Empieza por acariciar suavemente todo su cuerpo con las manos, la boca y la lengua hasta llegar a los genitales, acariciando tanto el pene como los testículos, la zona entre estos y el ano y el ano mismo.
Después de que la excitación es manifiesta porque el pene empieza a tener su erección, lo mejor es buscarse una postura cómoda. Las posturas son variadas y depende de lo que se prefiera, a algunos hombres le gusta permanecer tumbados, a otros sentados y algunos gozan de pie y con su pareja arrodillada a sus pies.
Toma el pene con la mano procura que los dientes no entren en contacto con la piel y embadúrnalo bien de saliva, luego coloca el glande dentro de tu boca, ten cuidado y no lo introduzcas a demasiada profundidad porque si toca tu campanilla te provocará arcadas.
Cuando notes que está llegando puedes acariciarle el frenillo con la lengua y presionar ligeramente sus testículos, estas caricias incrementarán su placer.
Interrumpe la estimulación y vuelve a retomarla
Después de unos minutos interrumpe la estimulación y acaríciale otra parte del cuerpo, puede que te diga que sigas pero no lo hagas, recuerda que tú eres la dueña de la situación y su orgasmo está en tus manos.
Cuando notes que pierde intensidad su excitación (estate atenta a su respiración) vuelve a ponerlo dentro de tu boca al tiempo que aprietas los dos testículos con una mano, no muy fuerte pero con firmeza, dile que te ponga la mano en la cabeza y te guíe con sus movimientos porque ahora le vas llevar al orgasmo más fantástico de su vida y necesitas saber cual es su ritmo.
Mueve la lengua alrededor del glande unas veces en la dirección de las manillas del reloj y otras al revés, deja que tu saliva lo inunde y presiona con la lengua en el frenillo sobre el paladar. Durante esto usa tus manos en sus testículos, periné y ano.
Si has decidido que no quieres que el se derrame en tu boca avísale para que retire el pene cuando note los primeros espasmos del orgasmo pero tu sigue acariciándole con la mano hasta que concluya.
Unos consejos
? No manejes los genitales bruscamente, hazlo con cuidado, el glande es una parte muy sensible.
? Procura ser muy escrupuloso con la higiene de la zona genital si deseas que tu pareja te haga una felación.
? No introduzcas mucho el pene en la boca de tu pareja puedes provocar arcadas y vómitos.
? No soples nunca en el pene si el aire penetra en el torrente sanguíneo puede provocarle la muerte.
Puedes contagiarte el SIDA si practicas el sexo oral con un desconocido. Si lo haces, usa preservativo y no tragues nunca el semen.
No te laves los dientes antes o después de haber tenido relaciones orales con un desconocido. El cepillado puede producir pequeñas heridas que sirvan de entrada al virus del SIDA.