La mayoría de mamíferos comen la placenta inmediatamente después del parto. Algunos estudios sugieren que es para eliminar la sangre que pueda atraer a los depredadores. Conoce algunos beneficios que este acto natural le da tu cuerpo.
- Según la publicación EverydayHealth, algunas culturas se comen la placenta para tratar la infertilidad, la impotencia y mejorar la lactancia.
- La placenta está llena de estrógeno, progesterona, vitaminas y minerales. Al ser ingerida ayuda a reponer todo lo que la mujer ha perdido durante el embarazo y el parto.
- Las hormonas ayudan en la contracción del útero para que vuelva a su tamaño regular.
- También reduce las posibilidades de una hemorragia posparto.
- Asiste en la lactancia materna, ya que es rica en lactógeno placentario, una hormona que propicia la producción de leche.
- Ayuda en la cicatrización de las heridas producidas por el parto.
- Sube los niveles de energía en la madre.
- Las hormonas que se acumulan en la placenta pueden ayudar a las mujeres a nivelar este desbalance hormonal.
Aunque quienes la favorecen dicen que es natural, los humanos no practicábamos la placentofagia debido a que la sociedad la calificara de repulsiva.
Kim Kardashian fue una de las celebridades que se comió su placenta después de dar a luz, para así recuperar su figura.
¿Harías esta práctica natural en los mamíferos?