Comer 12 uvas en Año Nuevo comenzó como una tradición en España, desde 1909. A raíz de un sobrante de la cosecha de uvas de esa temporada, la cual llevó a los viticultores españoles a repartir el sobrante y alentar el consumo para atraer la buena suerte, pero no hay datos que confirmen ni el lugar, ni la fecha y año del inicio del ritual.
La tradición dice que se debe comer una uva por cada campanada del reloj al cumplirse las doce de la noche. Algunos afirman que las uvas deben ser verdes y rojas.
En España, la costumbre de las doce uvas es tan importante que la televisión española comenzó a transmitir las 12 campanas desde 1962, tal como en Nueva York se transmite la caída de la esfera del Año Nuevo.