El especialista Miguel Escalante Pulido afirmó que la resistencia a la insulina, entendida como el inadecuado funcionamiento de esta hormona, es un problema frecuente, causado frecuentemente por el sobrepeso y la obesidad.
El titular de Endocrinología del Hospital de Especialidades del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) en Jalisco añadió que hasta 70 por ciento de la población padece algún grado de sobrepeso y obesidad.
Subrayó que: La resistencia a la insulina es un problema muy extendido, cuyos síntomas clásicos incluyen deseo compulsivo de comer cada dos o tres horas, en especial productos dulces, así como el oscurecimiento del cuello (acantosis), apuntó.
Detalló que se trata de una enfermedad silenciosa, en la que las personas obesas, por tener más tejido graso, liberan más insulina (hiperinsulinemia), pero ésta es incapaz de actuar normalmente, lo que hace que el riñón retenga más sodio y el hígado tienda a incrementar su producción de triglicéridos.
Señaló que cuando hay retención de sodio, la persona desarrolla hipertensión, y cuando hay más triglicéridos el organismo se vuelve incapaz de producir colesterol bueno, por lo que el riesgo de desarrollar problemas cardiovasculares a largo plazo incrementa en estas personas.
Manifestó que quienes mueren de problemas cardíacos como angina de pecho, por ejemplo, tuvieron como antecedente la resistencia a la insulina en los 10 o 20 años previos al fallecimiento.
Indicó que el embarazo y el consumo de ciertos medicamentos como los corticoesteroides, al igual que quistes ováricos, también facilitan la resistencia a la insulina.
Mencionó que toda persona con estos factores de riesgo, incluidas la obesidad y el sobrepeso, debe buscar atención médica para evitar desarrollar esta afección.
Precisó que mujeres con cintura que mida 80 centímetros o más y varones en los que esta circunferencia sea mayor a 90 centímetros, tienen elevado riesgo de resistencia a la insulina, y si además generalmente son personas sedentarias, el riesgo es mayor.
Destacó que la resistencia a la insulina tiene un fuerte componente genético y étnico, sin embargo, los factores ambientales descritos son determinantes en su desarrollo, de ahí que la prevención juega un papel muy importante en este sentido.