Cada vez que Ann Lawson entra en el almacén de comestibles de su vecindario suda la gota gorda. Su supermercado, Hannaford, ha instalado un pequeño gimnasio más allá del mostrador de la farmacia. Tiene cintas continuas, bicicletas fijas, máquinas de ejercicios vasculares y un cuarto moderno de Zumba con un piso lustroso de madera. Y como si eso fuera poco, es gratis.
“Se trata de mantenerme saludable y perder un poco las libras de más”, dijo la mujer.
“Y me gusta la idea de poder ejercitarme y hacer las compras en un solo viaje”, agregó.
Hannaford, con sede central en Maine, insiste en que la instalación de 520 metros cuadrados (5.600 pies cuadrados) que abrió en octubre no es parte de alguna campaña interesada. El comercio de Albany es el único entre los 184 de la cadena de supermercados con un gimnasio y no hay planes de abrir otros.
La idea surgió de una reunión en el verano pasado entre Hannaford, la YMCA local y el plan de salud de Capital District Physicians. Todos dijeron que el objetivo era hacer algo para mejorar la salud de la población local y que a la vez fuese conveniente, accesible y gratuito.
El comercio tenía espacio extra después de una remodelación reciente y fue así como nació su Healthy Living Center (Centro para una Vida Saludable) con la meta de atacar la obesidad y la diabetes.
“Ha sido una asociación natural”, dijo Nancy Gildersleeve, directora de vida saludable en la YMCA de Capital District. “Esto era perfecto para nuestra comunidad. Tenemos que asociarnos para prevenir estas enfermedades crónicas”.
El centro tiene un instructor personal suministrado por la YMCA, un asesor de salud del plan de Capital District para responder preguntas e inscribir nuevos clientes y un dietista para asesorar sobre nutrición.
“Este es realmente un primer paso para la gente que nunca sintió esa conexión y apoyo”, afirmó Gildersleeve, señalando que la YMCA no tiene otra sociedad similar en la nación.
“Este se ha convertido en un centro comunitario”, agregó.