Poemas para la Virgen de la Inmaculada Concepción

Frases para el Día de la Virgen de la Inmaculada Concepción

Comparte estas hermosas palabras a nuestra gran señora. (Foto: Pinterest)

España siempre ha estado muy unida al dogma de la Virgen de la Inmaculada Concepción desde muchos años atrás. Vuestra señora estaba presente en los españoles desde 1585 cuando fue proclamada patrona de los Tercios de Flandes e Italia y en 1854 se proclamó nuevamente como dogma de fe católica la Concepción Inmaculada de la Virgen Santísima. Luego en el 12 de noviembre de 1892 el Inspector del Arma de Infantería del Ejército de Tierra de España la declaró Patrona del Arma de Infantería a Nuestra Señora la Purísima e Inmaculada Concepción por orden real de la Reina Regente doña María Cristina de Hasburgo.

Así que si vosotras queréis dedicar algunas palabras bonitas a vuestra señora os comparto una serie de poemas para dedicarle, podéis compartir en las redes sociales, en el hogar o en la iglesia vuestro amor y devoción por la Virgen con estos hermosos poemas.

  • Mirad hoy, resplandeciente,
    a la Reina celestial.
    Mirad cómo tiembla el mal
    y se esconde la serpiente.

    Vestida de sol ardiente,
    la luna por pedestal
    y, cual corona nupcial,
    doce estrellas en la frente.

    Es la Sierva y la Señora,
    la Virgen profetizada,
    del Sol naciente la Aurora.

    Viene de gracia colmada,
    pues su Hijo, en buena hora,
    quiso hacerla Inmaculada.

  • ¡Que vivan los militares
    y viva el nombre de España!
    ¡Que viva la infantería
    con su ilustre capitana!

    Si he de morir en combate,
    será blandiendo el machete,
    para defender los fueros
    de mi capitana en jefe.

    Con la punta del cuchillo,
    tengo de hacer en mi espada
    un gran letrero que diga
    ¡Que viva la Inmaculada!

  • Aunque le pese a Molina
    y a los frailes de Regina,
    al prior y al provincial,
    al padre de los anteojos
    sacados tenga los ojos
    y él colgado de un peral,
    a voces Reina escogida
    todo el mundo en general
    diga que sois concebida
    ¡Sin Pecado Original!
  • Amor, prendes la zarza para ver
    La flor de luz rociarse de placenta,
    El Verbo que en tu carne se alimenta
    Brotando entre los rasgos de tu ser.

    Y un Dios pequeño goza al conocer
    La nana de una madre -aria lenta-
    Las sonrisas que espantan la tormenta,
    Los besos de calor y amanecer.

    Tu vientre ha roto aguas a la Historia,
    Portando el Niño al valle del dolor
    A instaurar el anhelo de la Gloria.

    Es Tu fruto, la cruz hacia el albor,
    Tu sangre, bendecida en la Victoria
    Tu sacrificio: simplemente Amor.

  • A casa de una Virgen nazarena
    Gabriel, el mensajero, llega un día.
    El nombre de la Virgen es María
    y “Ave, María, -dice- gratia plena”.

    Se turba la doncella ante la escena,
    y el ángel se deshace en cortesía:
    “No temas, pues te traigo la alegría
    de estar ante el Señor de gracia llena”

    “No entiendo qué me quieres, mensajero;
    aun bienaventurada, soy su ancilla,
    su sierva fiel, su esclava más sencilla”.

    “Señor, lo que tú quieras, eso quiero,
    hágase en mí, Señor, la maravilla
    y llámeme dichosa el mundo entero”

  • María, Madre de Jesús,
    Virgen Inmaculada.
    Tú eres la señal que puso Dios en nuestra historia,
    anunciando al Emmanuel.
    Tú, elegida antes de que existiese el mundo,
    destinada a hacer resplandecer la Gloria del Creador.

    María, Madre de Jesús,
    Virgen Inmaculada,
    ¡Mujer!
    De ti ha nacido el Redentor.
    De ti nos vino la alegría de la fe,
    ¡Hija de Sión!

    Tú eres el Arca de la Alianza,
    el templo donde se celebran
    los esponsales de Dios con la tierra,
    santuario en el que acampa la Gloria del Señor.
    María, Madre de Jesús,
    Virgen Inmaculada,
    Tú eres toda hermosa, amada de Dios.
    Sé para nosotros Madre y Maestra;
    alcánzanos la vida y el favor del Señor.
    Haznos dóciles a la palabra de tu Hijo
    para gozar de la dicha que no acaba.

    ¡Puerta del cielo! ¡Ciudad santa! ¡Nueva Jerusalén!
    ¡Morada de Dios con los hombres!
    Enjuga las lágrimas de nuestros ojos
    y muéstranos a Jesús,
    Abogada nuestra, Señora nuestra,
    Madre Nuestra.
    Amén

  • En el primer lucero concebida
    sin mancha original, intacta, pura,
    como Arca de la Alianza tú estructura,
    el Vaso Espiritual para la Vida.

    Madre de la Divina Gracia, ungida,
    Puerta del Cielo, la Hija de la Altura,
    Estrella de la humana singladura,
    luz y consuelo, bálsamo en la herida.

    Eres la Rosa Mística que aroma
    el destierro y las lágrimas enjugas
    con tu arrullo amoroso de paloma.

¡Comparte estos poemas en el día de la Virgen de la Inmaculada Concepción!

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