De la amistad al amor
De la amistad al amor. ¿Qué será menos complejo, pasar de la amistad al amor o del amor a la amistad? No sé. No lo sé.
¿Podemos ser amigas, amigos de alguien que amamos profundamente? Quizá.
¿El amor es la cosa más intrincada que vivimos los seres humanos? Una de las más sin duda sí.
¿Es una cosa el amor? No lo sé.
¿Existe el amor? Nadie sabe la respuesta.
Esta y cien preguntas más. El día de San Valentín siempre nos pone “blanditos”. Nos muestra sensibles más allá de la constante aseveración de que si el 14 de febrero sólo es una fecha para el marketing. No lo creo, me niego.
«Los enamorados no buscamos una fecha para amar, amamos los 365 días del año».
Y sí, nada más bonito, majestuoso, maravilloso y también agotador que el amor romántico. Cuando ese sentimiento se convierte en un todo, en tu día y noche, en sonrisas y carcajadas. Pero con la constante de que de un momento a otro puede pasar a ser inexistente, ¿inexplicable? Sí.
De la amistad al amor
Quizá sólo haya un paso de la amistad al amor. Es no planeado, sucede y ya. La amistad es ese vínculo que existe antes de cualquier otro sentimiento entre dos personas, suele ser mutuo.
Pero también la amistad puede confundirse con un amor romántico, y no es que se parezcan, es que en la vida humana siempre suele haber cupo para un majestuoso amor. Un amor etéreo, de esos que dejan lágrimas y carcajadas a la par, en la misma medida.
¿Del amor a la amistad?
Quizá menos posible. Porque una vez que dos personas tocan en el escenario del amor romántico puede que no haya un retorno a la amistad.
Y es confuso, porque en la amistad muchas veces hay más complicidad, menos exigencia, es menor el dramatismo que el existente entre un amor de pareja. Porque en una pareja hay más expectativas, demanda más tiempo, dedicación y decisiones.
Mientras que la amistad es un estado más fértil, habitan muchos momentos en donde sólo es diversión, buen ánimo, carcajadas, risas, planes, y sí, todo esto también cabe y sucede entre dos personas que son pareja, sin embargo, con la condicionante de que llevan menos compromiso y responsabilidad.
¿Amigos con derechos?
Otra posición común entre dos personas es ser ‘Amigos con derechos’, es decir, no hay un compromiso como lo podría haber en una relación de amor romántico, sino solo hay más contacto físico e incluso sexual.
Ser amigos, amigues con derechos es un escenario cada vez más recurrente en la relaciones hoy en día. Porque cada vez escasea más el deseo de comprometerse, y no por una falta de empatía, sino muchas veces por falta de tiempo e incluso de vidas en común. Y está bien.
Las relaciones exprés no siempre incluyen el sentimiento, las emociones. Solo son momentos para compartir, pasar a gusto, disfrutarse en una velada, compartir una noche que quizá incluya la cama y después cada uno a su casa.
¿El amor romántico cada vez está más escaso? Sí, aunque existimos los románticos empedernidos que nos moriremos pensando en que en cualquier momento llegará el amor de mi vida, el amor de nuestras vidas. Ese amor que queda para siempre. Llegará. O no.