Asesinaron a su futuro esposo pero ella continuó con la boda

Esta historia desgarradora demuestra que la muerte es la única cosa capaz de separar a dos seres que se aman, sin embargo es un ejemplo de fortaleza. Una mujer continuó con sus planes de boda después de que asesinaran a su prometido.

Era el otoño de 2016, Nikki Salgot esperaba con felicidad y ansias su próximo matrimonio. Ella y su prometido Collin Rose, quien trabajaba como guardia de seguridad de la Wayne State University vivían la ilusión de los preparativos de su boda, con fecha para el 14 de octubre de 2017. Sin embargo nunca se iban a imaginar lo que estaba por suceder.

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Fue en la noche del 22 de noviembre de 2016, mientras el sargento Rose de 29 años se encontraba de ronda, revisaba a un hombre en el área donde recientemente se habían producido numerosos robos de vehículos. Cuando intentó detener al sospechoso, este disparó directo en la cabeza de Rose terminando con todos sus planes de vida.

La boda se llevará a cabo el 14 de octubre de 2017, Nikki de 29 años publicó en su muro de Facebook un triste mensaje dedicado al amor de su vida. De inmediato estas conmovedoras palabras se esparcieron por la red.

“Ha pasado casi un año y todavía parece que fue ayer cuando salió por la puerta hacia el trabajo y nunca regresó a casa. Me enamoré de un héroe y pagué el precio. Si tuviera la oportunidad, aún sabiendo lo que ocurriría, lo volvería hacer todo de nuevo”.

La joven sintió la necesidad de hacer algo ese día para que no fuera ignorado y olvidado. Fue  cuando decidió pedirle un favor a su ex compañera de clase, la fotógrafa de bodas Rachel Smaller. Salgot deseaba que le tomara una sesión conmemorativa con ella vestida de novia. La fotógrafa acepto de inmediato, sin embargo reconoció que fue todo un reto.

“Recuerdo estar llorando en el camino y pensaba ¿cómo voy a hacer esto? ¿cómo voy a encontrar una manera de tomar fotos que hagan justicia, no por ella, sino también por él?”

Nikki empezó a hacer todo lo que una futura novia hace. Compró un vestido de novia cuando el sargento Rose todavía vivía, pero admitió que ese no había sido su primera opción. A ella le había encantado uno diferente sobre todos los que había visto, pero no podía costearlo.

“Él me dijo: Si es lo que quieres y te hará feliz, ve y búscalo. Lo solucionaremos de alguna forma. Así que regresé y compré el vestido después de la muerte de Collin.”

A lo largo de la sesión se podía ver todo lo que había vivido en el año. Pero al mismo tiempo estaba enojada porque estaba sola con su vestido de novia y sentía que estaba perdida.

No obstante de todo el dolor que las fotografías transmitían, tanto la novia como la fotógrafa disfrutaron de la sesión.

“Ella era la imagen del dolor, la resistencia, la fuerza, la vulnerabilidad y la autenticidad, todo a la vez. Ella se veía tan fuerte. A veces Nikki pisaba su vestido accidentalmente y entonces empezaba a reír. Necesitaba contar la historia de esta mujer que ha perdido al amor, pero que todavía tuvo la fortaleza para cerrar ese ciclo, y seguirá siendo su esposa de una manera u otra. Esta no es una mujer rota. Esto no la destruyó.”

Aunque la vida le quito al hombre de sus sueños, ella ha demostrado que su recuerdo la mantiene de pie. En las fotografías se aprecia a Nikki sonriendo y siendo ella misma.

Raymond Durham de 61 años, el asesino, fue acusado de homicidio en primer grado y de posesión de arma de fuego.

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