Todas hemos leído o escuchado la frase “El amor y sus demonios”. Pero, ¿de dónde viene? ¿Por qué la asociamos con un mal de amores?
El mal de amores
El incierto, inevitable y —a veces—despiadado mal de amores. ¿Será solo una analogía o realmente existe y nos sucede? Pero también nos preguntamos, ¿El amor y sus demonios va asociado siempre con el mal de amores? La respuesta es incierta. Incluso pueden haber muchas respuestas.
Lo que es un hecho es que cuando el amor romántico se presenta en nuestras vidas y le damos permiso de entrar se convierte en un escenario que nos lleva a todos los sentimientos, pasamos de la adrenalina exacerbada al dramatismo puro que nos deja inquieto, a veces irreparables y en los escenarios más intnagibles e inimaginables.
La analogía repetida del amor y sus demonios
Es ilimitada y repetida una y otra vez esa analogía de el amor y sus demonios. Pero también coexiste porque lo permitimos, sin embargo no deja de ser una analogía, una frase, una expresión.
¿De dónde viene la expresión?
La expresión “el amor y sus demonios” es una metáfora que se utiliza para referirse a la compleja naturaleza del amor. El amor es una fuerza poderosa que puede generar emociones intensas, tanto positivas como negativas.
Por un lado, el amor puede ser fuente de felicidad, alegría, plenitud y realización personal. Por otro lado, el amor también puede provocar dolor, sufrimiento, celos, obsesión y violencia.
En la novela “Del amor y otros demonios”, de Gabriel García Márquez, la expresión “el amor y sus demonios” se utiliza para explorar los diferentes aspectos del amor. La historia de Sierva María de Todos los Ángeles es un ejemplo de cómo el amor puede ser.
El amor entre Sierva María y Cayetano es prohibido, ya que ella es una niña y él es un sacerdote. Sin embargo, su amor es tan fuerte que se rebelan contra las convenciones sociales y religiosas.
La metáfora
La expresión “el amor y sus demonios” también se puede utilizar para referirse a los diferentes tipos de amor que existen. El amor puede ser romántico, platónico, fraternal, maternal, paternal, etc. Cada tipo de amor tiene sus propios demonios, es decir, sus propios retos y desafíos.
Tipos de amores:
- El amor romántico, por ejemplo, puede ser fuente de pasión, pero también puede causar celos, posesión y dependencia. El amor platónico, por otro lado, puede ser fuente de amistad y comprensión, pero también puede causar frustración y tristeza.
- Amor platónico puede ser fuente de amistad y comprensión, pero también puede causar frustración y tristeza. Por ejemplo, el amor platónico no correspondido puede causar dolor y desilusión. El amor platónico imposible puede causar frustración y tristeza.
- Un amor fraternal puede ser fuente de apoyo y comprensión, pero también puede causar celos y rivalidad. Por ejemplo, los hermanos pueden competir por la atención de sus padres. Los hermanos pueden tener diferentes intereses y valores, lo que puede causar conflictos.
En conclusión, la expresión “el amor y sus demonios” es una metáfora que se utiliza para referirse a la compleja naturaleza del amor. El amor es una fuerza poderosa que puede tener un gran impacto en nuestras vidas, tanto positivo como negativo.