Una relación siempre es complicada, pero podría ser un poco más si es que tienen creencias o formas de ver la vida diferentes
Siempre que vemos la imagen de una pareja que se quiere a pesar de vivir en situaciones diferentes es motivante, aunque a veces esas diferencias no sean solo si te gustan las palomitas de mantequilla o caramelo en el cine.
Hay diferencias ideológicas, de religión, políticas, etc. Alguna de estas diferencias hasta pueden salir de las posibilidades de control de la pareja.
Una imagen difundida durante la crisis de Ucrania en el 2014 mostró a una pareja conformada por un chico ruso y una chica ucraniana, ambos tenían su pasaporte correspondiente, mientras había un ambiente bélico. Se estaban besando mientras insultaban con un gesto a lo políticos y militares que los querían separar.
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Ir del Amor pasional al amor compañero
Francesco Alberoni, sociólogo italiano, es uno de los autores más influyentes en las teorías de las relaciones de pareja. Su teoría se desarrolla en el ensayo: Enamoramiento y amor, donde nos recuerda que cada relación comienza con una fase de amor pasional, es una revolución vital que nos puede llevar a una transgresión social.
Las sociedades más restrictivas tratan de controlar este sentimiento. El llamado síndrome de ‘Romeo y Julieta‘, la separación de mundos que dificulta la unión entre dos personas, puede aumentar el ardor en esta etapa.
La pasión crea un estado naciente a partir del cual los individuos intentan iniciar una nueva vida. Y romper las reglas sociales que los separan es una buena forma de hacerlo.
Alberoni nos recuerda que este estado alterado de conciencia es insostenible. En pocos años, el amor pasional se convierte en amor compañero. Ambos se dejan de contemplar el uno al otro de forma constante y empiezan a mirar juntos hacia el futuro.
Se ponen en juego los objetivos vitales compartidos, las maneras de entender el mundo de cada cual y los planes conjuntos.
Las teorías del intercambio social analizan las relaciones sociales en cuestiones de costes y beneficios. Este es un punto clave, ya que la estabilidad de la pareja en la etapa del amor compañero dependerá de las recompensas derivadas del intercambio de recursos psicológicos con el otro.
Si las ideologías son contrarias los costes son muchos: hay discusiones continuas por diferentes modos de ver la realidad. Y los beneficios terminan siendo pocos, ya que es difícil construir con alguien que sueña con una arquitectura vital antagónica a la nuestra.
Los mundos contrarios son geniales para la etapa para la fase de amor pasional. Aunque cuando entramos a la etapa del amor compañero, estas relaciones pierden la estabilidad. Para dejar de romantizar una idea de ‘amor para siempre‘, Romeo y Julieta no hubieran aguantado cinco años de relación si estuvieran vivos.
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Autor: I.S.