No tienes que ser experta en maquillaje para lucir lo mejor de ti, y aunque no te interese tampoco llenar tu rostro de pintura, te sorprendería los cambios que un buen labial puede significar.
Conoce tu rostro
Esto es indispensable para cualquier herramienta de maquillaje, desde la base hasta la sombra de ojos.
Estar consiente de la forma de tu cara y el tamaño de tus facciones es básico para que sepas que tipo de producto le va mejor a tu piel.
Elige lo que mejor te queda
Bien dicen el dicho “De la moda lo que te acomoda”, y lo mismo aplica para las tendencias de maquillaje.
No por que veas a una celebridad con un llamativo tono de labial no quiere decir que a ti se te verá igual.
Debes tomar en cuenta el tono de tu piel, los del maquillaje, e incluso las sombras y el rubor que usas.
¿Qué buscas?
Debes buscar un producto que, además de que luzca bien, no haga daño a tus labios; hidratación, brilloso o mate, y la duración del producto son aspectos que debes considerar.
De igual forma, recuerda que los labiales oscuros crean un efecto adelgazante, pero una impresión de adultez; mientras que los claros amplifican las dimensiones y dan la impresión de un rostro más joven.
Uno para cada ocasión
Es recomendable tener un labial para cada ocasión; por ejemplo, uno nude o rosado para la oficina, un rojo para salir con tus amigas y alguno más oscuro para las noches de fiesta.
Prueba los colores
La mayoría de la tiendas que venden maquillaje tienen productos disponibles para que los pruebes; no lo hagas directamente en tus labios, pon un poco en la yema de tus dedos, en la mano o la muñeca para que notes como luce el color en tu piel.