La semilla del anís que tiene tantos usos en repostería, cocina y en medicina natural se está haciendo famosa gracias a las recetas de la abuela, pues ahora han comprobado que sirve para revertir las arrugas del rostro, haciéndolo un efectivo botox natural.
Usar el anís como sustituto del botox convencional es una bendición, pues no representa riesgo alguno, es demasiado económico si lo comparamos con las inyecciones de botox que son extremadamente costosas.
La naturaleza nos ayuda para todo, y si frotas tu cara con esta planta tus arrugas desaparecerán en unos días. Es sano, milagroso, económico y lo mejor de todo natural.
Se trata de utilizar únicamente anís, esa hierba que solemos usar para darle un poco de sabor a nuestros postres y comidas, o incluso para combatir el estreñimiento. También es un excelente y poderoso remedio para detener el paso del tiempo por nuestra cara, eliminando líneas de expresión “patas de gallo”, como se le conocen comúnmente.
RECETA
Ingredientes
1 puñado de anís
1 taza de agua
Preparación:
Elabora un te de anís. Para ello coloca semillas de anís en agua caliente y deja reposar hasta que suelte sus propiedades. En la taza de agua caliente, agrega el anís, lo tapas bien por unos 10 minutos aproximadamente, y cuando se enfríe, coloca sobre tu rostro y cuello con un algodón o con la yema de los dedos, aplícalo de manera ascendente, como aplicas las cremas en el rostro, no es necesario enjuagar. Puedes usarlo diario o un día sí y un día no. Este funciona perfectamente como un botox natural.