Es un tratamiento basado en el uso de CO2 (anhídrido carbónico) como gas terapéutico a través de la aplicación hipodérmica. Se llama carboxiterapia, para combatir celulitis, flacidez y grasa localizada.
Es un método mínimamente invasivo que consiste en la aplicación del gas dióxido de carbono por vía subcutánea mediante pequeñas infiltraciones en los tejidos afectos.
Ayuda a estimular el metabolismo local, aumentando la cantidad y la velocidad del flujo sanguíneo, disminuyendo la acumulación de líquido entre las células y desintegrando la grasa de la hipodermis. Es eficaz para la destrucción del tejido graso.
La ciencia al servicio de la belleza. La inyección de CO2, que es como se aplica la carboxiterapia, produce en la circulación una mejora del intercambio gaseoso, reestableciendo la microcirculación, aumentando la cantidad y velocidad de flujo sanguíneo y rompiendo el círculo vicioso que se produce en los tejidos afectos.
Al introducir la aguja en el cuerpo ésta se queda algunos segundos, esto para permitir que el CO2 se introduzca de manera adecuada.
Se finaliza con un masaje manual, realizado para ayudar a distribuir el anhídrido carbónico, y así hacerlo circular en la grasa.
Esto da como resultado una mejora en la calidad de la piel, una disminución de volumen de la zona y el alivio de los síntomas que acompañan a la celulitis, como pesadez.
Aquí sus principales beneficios:
- Ayuda a reducir medidas en zonas específicas, ya que se usa en cómo se ha mencionado en zonas como brazos, piernas, abdomen, donde generalmente se suele acumular la grasa.
- Un método eficaz para poder tratar la celulitis.
- Mejora la microcirculación de la piel, ayudando a prevenir y mejorar las estrías y cicatrices.
- Mejora la firmeza de los tejidos, ayudando a la piel a lucir rejuvenecida y tersa.
- Este método es útil también para poder combatir la flacidez.
La manera ideal para poder ver resultados positivos y sobre todo la manera más adecuada de llevar a cabo este método es efectuando dos sesiones por semana. Se requieren entre 15 y 20 sesiones y cada sesión cuesta 500 pesos en promedio.
Si se padece de algún tipo de insuficiencia ya sea renal, respiratoria, hepática, así como enfermedades cardiacas, se debe evitar usar este tratamiento.