La cirugía estética ha significado toda una revolución a la hora de mejorar o cambiar los pequeños detalles que no nos gustan de nuestro cuerpo y si quieres recurrir a ella, no existe nada de malo en tu decisión. Sin embargo, como en cualquier tipo de operación, debemos informarnos adecuadamente, elegir bien el centro en el que nos tratarán y saber cuáles son los riesgos reales de cada intervención. Para estar segura de estar tomando la decisión correcta, hay ciertos factores que debes tomar en cuenta antes de someterte a una cirugía estética, y aquí te decimos cuáles:
Estar convencida: Se trata de una decisión personal que debes tomar porque te haga feliz a ti, y no pensar en agradar a terceros. Debes también ser consciente de que todo cambio físico conlleva un proceso de adaptación a él.
Elegir una clínica experimentada: Es uno de los pasos más importantes, ya que llevar a cabo el procedimiento en un centro que no cumpla con todos los requisitos necesarios puede poner en serio peligro tu salud y tu vida.
Elegir un cirujano profesional: No todos los médicos son expertos en cirugía estética, por eso es importante conocer la experiencia del profesional que llevará a cabo el procedimiento antes de someterse a la intervención.
Exigir un material homologado y de calidad: Todos los materiales deben estar homologados tanto por la Unión Europea como por el Ministerio de Sanidad español (en caso de prótesis, rellenos, etc). Además, tras la intervención y para justificar la autenticidad y garantía (en caso de implantes), la paciente debe recibir una tarjeta de identificación de los mismos, con el número de registro de la prótesis.
Consulta previa: Se trata de un paso muy importante, ya que es fundamental que la paciente conozca todo el proceso y reciba información y consejo sobre el tipo de implante o intervención más adecuada.
Y bueno, si ya estás preparada con todo lo anterior, ¡adelante! Sólo ten en cuenta el periodo de adaptación que necesitas para sentirte bien con el cambio y no te obsesiones con tu apariencia. Recuerda que está bien recurrir a la cirugía estética para sentirnos más guapas y cómodas con nosotras mismas, pero los extremos nunca son buenos.