Existe una gran variedad de alimentos y productos naturales capaces de devolver el blanco natural al esmalte dental y eliminar manchas. Blanquear los dientes puede resultar caro y hay quien no quiere o no puede gastarse lo que pueda llegar a valer un tratamiento dental de estas características. Por eso, muchas personas acuden a los remedios caseros y a los productos naturales para conseguir igual o parecidos resultado.
Usa bicarbonato de sodio
El bicarbonato de sodio es uno de los productos más famosos y conocidos a la hora de blanquear el esmalte dental. Fácil de encontrar en cualquier supermercado, este producto es abrasivo y tiene la capacidad de eliminar por completo cualquier mancha que pueda haber en los dientes. También ayuda a hacer desaparecer bacterias o suciedad. Su efectividad se explica porque es uno de los ingredientes que muchas pastas blanqueadoras tienen en su interior.
Frutas como la fresa o el plátano
La cáscara del plátano posee ácido salicílico y también ácido cítrico que, juntos, son capaces de blanquear dientes de forma rápida. La técnica es sencilla, solo hay que restregar, después de haberse cepillado los dientes como de costumbre, el interior de la monda y la que estuvo en contacto con el plátano contra la dentadura. Algo bueno de esto es que no resulta tan dañino con el esmalte como el bicarbonato de sodio así que puedes utilizar este método las veces que quieras.
Otra fruta que también ayuda a mantener a raya el blanco natural de los dientes es la fresa. Para conseguir un blanqueado más profundo, lo único que debes de hacer es triturar un par de fresas y refregar la papilla resultante contra los dientes. De igual forma que con el plátano, esto puedes repetirlo las veces que quieras porque no daña en absoluto el esmalte. Ya sabes, ¡a comer muchas fresas!
Aceite de coco
Es sabido por todos que el aceite de coco tiene múltiples usos y muchos más beneficios. Como no podía ser de otra forma, este producto natural también es capaz de devolver el blanco natural de los dientes a una dentadura amarillenta y manchada por los excesos con el tabaco o el café. Si quieres resultados, el aceite de coco es una muy buena opción y lo puedes conseguir en supermercados o herbolarios.
Lo único que debes hacer con el aceite de coco es mezclar varias gotas con tu pasta de dientes habitual. El uso excesivo de este aceite puede llegar a dañar el esmalte natural de tu dentadura así que tampoco abuses de su utilización. El aceite de coco suele presentarse sólido así que, para mezclarlo con tu dentífrico, calienta en el microondas durante 1 o 2 minutos hasta que se haga líquido y puedas fusionarlo con facilidad con tu pasta de dientes.
El jugo de un limón
Para utilizar este remedio casero lo ideal es exprimir un limón en un vaso pequeño y, bien mezclarlo con la pasta dentífrica habitual o con un puñadito de sal o incluso con un poco de bicarbonato de sodio. Una vez tengas la pasta bien mezclada, utilízala como si fuera un dentífrico cualquiera. Lo único que variará será que tendrás que dejar reposar la mezcla unos 5 minutos (no más) o cepillarte los dientes todo ese tiempo. El limón, al igual que el bicarbonato de sodio es un producto altamente abrasador así que lo ideal será enjuagar bien una vez hecho el procedimiento y no repetir esto muchas veces por semana. Lo ideal será una vez a la semana para conseguir blanquear dientes de forma sana.