El principal problema de la piel en invierno es la deshidratación por el exceso de frío que provoca que aumente la sequedad de la piel. Por eso conviene extremar los cuidados en esta época del año.Según Mayte Gutiérrez Salmerón, dermatóloga del Hospital Clínico Universitario de Granada, "el frío vuelve la piel más seca, por lo que hay que centrar los cuidados en hidratar la piel para combatir esta sequedad", señala, al tiempo que recuerda que, pese a tratarse del invierno, no hay que olvidarse de la protección solar.La doctora explica que este problema puede afectar en mayor medida a las personas que tienen la piel seca o con problemas, como por ejemplo las personas que tienen una piel atópica. Por tanto, hay que elegir una buena crema hidratante con componentesPor tanto, hay que elegir una buena crema hidratante con componentes "humectantes", que atraigan el agua dentro de la piel, como la glicerina, propilén-glicol, urea y componentes con efecto oclusivo, que sirven de barrera, para impedir la pérdida de agua epidérmica, como son la lanolina, silicona y sus derivados, etcétera.
La dermatóloga recomienda empezar a cuidarse y a hidratarse la piel a finales del otoño para tener la piel a punto durante el invierno.Por otro lado, se debe evitar los cambios bruscos de temperatura porque ello aumenta la posibilidad de aparición de vasos dilatados con rojeces. Hay que tener en cuenta que los vasos sanguíneos faciales, cuando entramos en un ambiente frío se contraen y con el calor se dilatan. Esto en una persona con problemas dermatológicos puede favorecer que ser mantengan dilatados para siempre.