Sí, mantener pinceles y brochas limpias es esencial para evitar problemas de salud, pero los cosméticos (también) pueden ser el hogar de miles de microorganismos, por eso es importante aprender a limpiarlos. ¡Manos a la obra!
- Lápiz delineador. Sólo pasa una toallita o algodón remojado en alcohol sobre la superficie.
- Lipstick. Pon tu lápiz labial en el congelador durante la noche para matar los gérmenes y bacterias
- Rizador de pestañas. Remueve toda la suciedad de tu rizador de pestañas con un encendedor
- Polvo compacto, blush y sombras. Pon alcohol isopropilico en una botellita para spray, rocía un poco y deja secar con el aire.
- Mascara y delineador líquido. Limpia el aplicador con una toalla de papel, remójalo en agua caliente para que suelte el producto seco y después mételo en un vaso con alcohol isopropilico para desinfectarlo. También limpia con un hisopo las partes que se enroscan.
- Pestañas postizas. Utiliza alcohol y un aplicador de rímel desechable o palito de algodón para limpiar el pegamento de las pestañas postizas.
- Sacapuntas. Limpia tu sacapuntas con alcohol y un palito de algodón.
- Esponjas. Enjuágalas con agua tibia y jabón hasta que salgan todos los residuos de maquillaje y déjalas secar sobre una toalla.
- Pinceles y brochas. Agita tus pinceles en una mezcla de jabón y aceite de oliva. Saca el exceso de agua agitando la brocha en la palma de tu mano y después déjala secar inclinada hacia abajo y arriba de una toalla.
Y por aquello de que lo hayas olvidado, la piel se depura constantemente expulsando al exterior células muertas, aceites y bacterias que al aplicarnos el maquillaje se impregnarán a la brocha.
Estas bacterias pueden producir en el mejor de los casos irritaciones en la piel, pero también graves infecciones, fuertes brotes de acné y herpes.
Aparte de las razones de salud, utilizar brochas sucias reduce notablemente su vida útil. Lo mismo pasa con tus cosméticos.