Las colecciones de maquillaje de Navidad están repletas de sombras intensas, máscaras en colores vibrantes que alargan las pestañas hasta el infinito y eye-liners y lápices que permiten resaltar el ojo hasta la exageración. El objetivo es conseguir el glamour de las grandes actrices. Expertos maquilladores de cine nos dan las claves para lograr esta imagen en casa.
Imagínate un lugar con una melodía sugerente, una atmósfera llena de humo y las luces preparadas para iluminar a la estrella en el escenario. Destaca su rostro, suave como el terciopelo, en el que brillan dos párpados oscuros con largas y negras pestañas y unos labios rubí. Es Hollywood y son los años 30. Ese look oscuro, icono de aquellos años, puedes llevarlo tú. Sara Monzani, maquilladora de Max Factor, te anima: Aunque tengas la piel olivácea, melocotón o pálida como la porcelana, el retorno al lado oscuro lo podrás lograr con sombras en oros ahumados, negros de medianoche y rojos magníficos.
La perfecta definición de los ojos es una de las claves. Monzani nos recomienda colocar primero una sombra gris perlada o marfil debajo de la parte más fina de las cejas y en la parte superior del párpado. Luego, otra gris oscura, si hemos apostado por el perla, o marrón chocolate, si hemos elegido el marfil, en la zona media del párpado y debajo de la zona más gruesa de la cejas para lograr un brillo impactante. Las sombras tienen que tener reflejos para conseguir el efecto brillante que siempre se ve en la pantalla.
El lápiz juega un papel esencial. Para un acabado extraordinario, puedes utilizar un lápiz negro para delinear la zona superior de las pestañas, dice Monzani. Los ojos bien definidos opina hacen que la luminosidad de la mirada se extienda a todo el rostro; dan grandeza y profundidad.
Párpados en tecnicolor
Una de las miradas más cautivadoras de la historia cinematográfica fue la de Greta Garbo. Para Thibault Vabre, maquillador de Clarins, la diva tenía un enorme párpado móvil que atraía la luz. Supo jugar como nadie con sus ojos.
Para dar relieve a sus ojos, la actriz exageraba la sombra natural de su cuenca ocular. Además, hacía un trazo de eye-liner a lo largo del nacimiento de las pestañas y la prolongaba de forma descendente para darle un plus de dramatismo. El maquillador Terry destaca la importancia del corrector de ojeras para unificar toda la zona que rodea al ojo. Para perfilarlo, recomienda un tono bronce para los ojos marrones y avellana o malva para los claros.
La mejor forma de aplicar las sombras es en degradé, prolongándolas hacia el exterior. La de base debe ser clara (en tono marfil o rosado) para unificar el párpado y facilitar la aplicación de las otras, más fuertes y ahumadas, las que más resaltan la mirada.
Si no se es muy hábil con los pinceles, es mejor apostar por los tonos ciruelas, los marrones y los grises. Los turquesas y violetas son más agresivos y difíciles. Las que tienen nácares atraen la luz si se usan con ligereza.
Para poder lucir ojos oscuros durante el día, no sólo por la noche, Tom Pecheux, maquillador de Mac, aconseja combinarlos con un tono neutro en los labios, aunque no demasiado pálido. Sólo si quieres hacer el look más sensual, puedes pintarlos en un color borgoña. Y para dar todavía más fuerza a los ojos, están de vuelta los lápices khl en negro intenso, que se aplican en el interior del ojo.
Cejas muy expresivas
Gracias a la línea de las cejas, los ojos se trabajan con el maquillaje de una u otra manera. En la época de las divas como Greta Garbo, en Hollywood, se utilizaban aparatos que separaban la cara en tres zonas. La mediana era la que correspondía a la mirada y se consideraba la más importante, la que mejor permitía resaltar el rostro de la actriz.
Actualmente, ya nadie se depila completamente las cejas para redibujarlas de nuevo. Se intenta conservar su espesor y su forma natural, y en todo caso se alargan un poco hacia las sienes y se redensifican, maquillándolas muy ligeramente con un lápiz, con pequeños trazos, nunca una línea larga.
Las máscaras tienen hoy la importancia que tenía antes el rojo de labios: es esencial. Hay que echar el resto y pasar varias capas para dar la máxima intensidad.
Las pestañas no son nunca demasiado largas ni afiladas, porque abren la mirada. Hay que evitar las máscaras demasiado fosforescentes porque apagan el destello de las pupilas. Las mejores opciones son azul marino, ciruela, negra o marrón.
El efecto ojos rasgados
Para Olivier Échaudemaison, maquillador de Guerlain, el ojo rasgado da mucho misterio a la mirada. Se consigue aplicando sombras en el extremo externo del ojo.
Maquillar con sombras por debajo de las pestañas inferiores resulta mucho más complicado que hacerlo en el párpado superior. Por eso, no es muy recomendable si no se tiene mucha maña.
El párpado móvil se pinta con un tono claro, rosa o beige, con un punto iridiscente. Se dibuja un rabito con un lápiz negro o marrón, bien difuminado, y encima, una sombra mate que se extiende bien dándole forma de banana.
Juego de texturas
Para que un ojo resulte moderno maquillado tiene que equilibrar la suavidad con la fuerza, argumenta Nicolas Degennes, maquillador de Givenchy. Y advierte: El negro es muy espectacular, pero puede ser duro de llevar a diario. Sin tener que renunciar a este look, hay varias alternativas: optar por sombras oscuras ahumadas en lugar de negras o jugar con más de una textura, por ejemplo, mezclar lápiz y polvos. De esta forma, el maquillaje tiene contrastes.
Las pieles grasas deben tener cuidado con las sombras en crema o gel porque se fijan en la parte curva del párpado. Son más recomendables y dan el mismo efecto, las irisadas con nácares muy finos, que atraen bien la luz. Si te atreves con el negro, empieza por marcar la base de las pestañas con el lápiz. Como su mina es grasa, se trabaja fácilmente. Después, aplica la sombra en polvo. Una forma de ahumarla es poner un poco de beige oscuro encima. Queda impactante un toque de lápiz azul cielo o verde pálido en el interior del ojo.