La miel y limón tiene muchos beneficios por separado; por ejemplo la miel tiene una gran cantidad de propiedades antisépticas, fortificantes, calmantes, laxantes, diuréticas y beneficios para el cuerpo humano. Por otro lado el limón tiene vitaminas del complejo B, la vitamina C y vitamina P, además de minerales como el potasio, magnesio, calcio, fósforo, sodio, hierro, flúor, bastante agua y algo de fibra. Por separados son extraordinarios pero juntos lo son aún más. Ahora imagínate que la integras a tu rutina de belleza.
Disminuye la barriga
El limón contiene antioxidantes poderosos como ya te lo mencionamos antes, mientras que el azúcar de fácil digestión de la miel se convierte en energía. Al diluir una cucharadita de ambos en agua y tómalos en ayudas, conseguirás que tu metabolismo se acelere y disminuyas tu vientre.
Picaduras de insectos
La miel con limón es un tópico con el que puedes aliviar las molestias de las picaduras de insectos, raspones o sarpullidos, sólo unta un poco de ambas en tu molesta. Asegúrate de no tener heridas abiertas, de lo contrario te arderá.
Aclara las manchas
Una simple mascarilla de miel con limón puede ayudarte a eliminar las manchas del rostro o del cuerpo, además de que te humecta la piel. Para las mujeres que tienen paño este remedio también es efectivo para borrar esas manchas.
Puntos negros
Ambos combaten los microbios. Por eso para los puntos negros y espinillas es una de las mejores opciones. Sólo corta un limón a la mitad, cubre con miel de abeja, revuelvela y frotala en la zona T y donde tengas imperfecciones. Ya verás que los resultados son inmediatos.
Cabello
Si tienes el cabello rizado, una mascarilla de miel de abeja con limón te ayudará a definir los rizos. Si lo tienes liso, prevendrá la estática y lo dejará más manejable. Otro de sus beneficios para el cabello es que quita el exceso de grasa y lo deja voluminoso.
Para el resfriado
La miel y limón , así puros, combaten el resfriado y ayuda a desprender la mucosidades de los pulmones.
Para exfoliar tus labios
Si tus labios no están resecos al punto de tener heridas, puedes exfoliarte con una mezcla de limón y miel y frota en movimientos circulares. ¡El cambio se notará en segundos!