Escoge tu champú, según el estado de tu cabello.
Si cada vez que vas a comprar tu champú, ¿tomas en cuenta el estado de tu melena? Muchas veces cometemos el error de elegir un champú que en vez de ayudarnos, empeora el estado del cabello. Te diremos qué tipo de champú debes utilizar, según tu pelo.
Para el cabello seco: Lo mejor es usar un champú revitalizante y nutritivo que contenga ingredientes como la manteca de karité, la menta que le dará ese aporte de frescor y todo tipo de nutriceramidas que recompongan las cutículas deterioradas.
Para el cabello rizado: Utiliza champús suaves con manteca de karité o aguacate que son ricos en vitaminas y funcionan para que los cabellos rizados no se resequen. Además, te ayudarán a desenredar el pelo y a evitar que se rompa.
Para el cabello fino y suave: Utiliza un champú especial que esté enriquecido con proteínas que aporten volumen y cuerpo al cabello.
Para el cabello graso: Usa champús suaves con pH neutro para no alterar el sebo que producimos. Este tipo de champús son menos agresivos con el pelo y no lo comprimen. Asegúrate siempre de enjuagar bien con agua fría para retirar todos los restos de champú posibles.
Para el cabello teñido: Utiliza un champú específico para este tipo de pelo, ya que te ayudará a recuperar el equilibrio de la fibra capilar del cabello. Es fundamental que el champú sea suave para no dañar al pelo.
Para el pelo largo: Lo mejor es que utilices un champú para cabello mixto que regule la secreción de sebo. Elige un champú libre de siliconas y combínalo con un acondicionador que le dará suavidad a tu cabello.
Ahora que ya sabes qué champú elegir, ponlo en práctica.