Es muy importante mantener el rostro limpio, sobre todo cuando nos vamos a dormir, para liberarla y dejar que la piel actué adecuadamente. Una buena limpieza no se trata solo de agua y jabón, sino de seguir un proceso que te ayudará a no maltratar la piel.
- Retira el maquillaje con un desmaquillador que sea suave y efectivo.
- Al utilizar limpiador, aplícalo con movimientos circulares y con las yemas de los dedos, con un suave masaje. Es mucho mejor que utilices productos limpiadores que no contengan jabones que hagan espuma, porque provoca sequedad en la piel.
- Utiliza siempre agua tibia para limpiar tu rostro. El agua demasiado caliente puede quemar tu piel y romper los vasos capilares, de esta manera, verás tu piel enrojecida, por el contrario, el agua fría o tibia te dejará una sensación de una piel mucho más tensa y cerrará los poros correctamente.
- Seca tu cara con una toalla sin frotarla. Solamente tienes que dar pequeños golpecitos para absorber el agua. No te olvides, una vez que la piel está seca aplicar una crema hidratante de noche para mantener la piel hidratada y que descanse correctamente.
Es muy sencillo y si lo haces bien obtendrás un rostro impecable.