Ya en los años 50, las páginas de todas las publicaciones nos traían la imagen de Marilyn Monroe, Liz Taylor, Lauren Bacall, Sofía Loren, las estrellas italianas que veraneaban en Capri o Portofino, las francesas desde la Costa Azul… Mujeres que marcaban tendencia, exactamente igual que ahora. Pero no hay más que comparar las fotos para observar que los cambios van más allá del tamaño del bikini o el color de la imagen: el ideal estético también ha cambiado.<b> Las explosivas </b> ANGELINA JOLIE Y ELISABETH TAYLORDicen que la primera vez que alguien se encontraba cara a cara con Liz Taylor no podía evitar sentirse fascinado por sus ojos violeta. Sin embargo, a ella siempre le molestó ser muy bajita y tener que luchar constantemente con su peso y con sus dolores de espalda. Angelina confiesa no preocuparse demasiado de su línea: sólo ha ido al gimnasio antes de hacer Lara Croft. ¿Y sabes qué? Sus labios son cien por cien naturales, como su pelo negro.<b> Las rubias </b> SCARLETT JOHANSSON Y MARILYN MONROEMarilyn tenía una talla 44 y Scarlett no pasa de la 36 (con rumores sobre un retoque de caderas y muslos en el quirófano) La primera tenía sex appeal natural; la segunda trabaja en ello. Pero el rubio platino y los labios en rojo vibrante les dan un aire similar, aunque casi medio siglo las separa. Marilyn fue una de las primeras mujeres en hacer pesas, se hizo un retoque en la nariz y el mentón, y se teñía el pelo cada dos semanas. Scarlett debe su piel a sus genes noruegos, a ser constante a la hora de hidratarse y una visita al centro de estética una vez al mes como mínimo.<b> Las latinas </b> SOFÍA LOREN Y MÓNICA BELLUCCIOjos expresivos enmarcados por un trazo de eyeliner negro, con un asomo de ojera azul oscuro que insinúa noches largas y vividas. Una cintura de avispa coronada por un pecho exuberante. La península de la bota se hace de rompe y rasga con estas dos mujeres. Claro que a la Bellucci aún le queda llegar a los 70 tan espléndida como la Loren.<b> Las lolitas </b> BRIGITTE BARDOT Y CLAUDIA SCHIFFERLa primera campaña de Claudia fue un homenaje a la B.B. de sus mejores tiempos: ojos de gata enmarcados en eye liner, pelo apilado con mechones a los lados y escote a punto de rebosar. Pero Bardot se dedicó a adorar al dios Sol con nefastas consecuencias y Schiffer, a un riguroso programa de cuidados (está constantemente a dieta y tiene entrenador personal). Por eso sigue siendo una de las modelos mejor pagadas, pasados los 30 años.