Los talones agrietados son un claro signo de falta de cuidado de los pies, deshidratación y, en ocasiones, problemas de salud. Afecta la capa externa de la piel, en casos graves puede penetrar profundamente a nivel de la dermis y generar un intenso dolor.
Es el resultado de no dar un adecuado mantenimiento esta zona del pie, no se hidrata adecuadamente y recibe la presión del cuerpo sobre ella. Aunque no implica dolor, las grietas de los pies son un problema estético, desagradable. Aquí algunos consejos para lucir pies de princesa
Limón y agua de rosas serán tu salvación.
Vierte en un recipiente grande una buena cantidad de agua caliente, sal gruesa, glicerina, jugo de limón y agua de rosas. Sumerge los pies de 15 a 20 minutos, elimina las durezas con piedra pómez. Repite el tratamiento por cuatro o cinco días seguidos.
Muchas veces, la falta de hidratación y la resequedad en la piel de los talones es la causa principal del agrietamiento. Aplica aceites vegetales esenciales como el de coco o aceite de oliva, ponte calcetines para hidratar profundamente la piel reseca de tus talones mientras duermes. Lava por la mañana con agua tibia y repetir el tratamiento todos los días.
Mascarilla de plátano y aguacate.
Prepara una pasta con un plátano y un aguacate maduros. Aplícatela sobre los talones agrietados, déjala actuar por media hora y enjuaga.
Vaselina y zumo de limón.
Remoja los talones en agua caliente con sal durante 15 o 20 minutos. Seca tus pies y luego unta los talones con una cucharada de jugo de limón y vaselina. Cubre los pies con calcetines de algodón y déjalo actuar toda la noche.
La miel ayuda a hidratar y suavizar eficazmente. Cubre con miel la zona de los talones, deja actuar por 20 minutos, lava y seca, ponte crema y listo.