Es la conclusión a la que llegó un estudio de la Universidad de Saskatchewan publicado en PLOS One y realizado en la sala de urgencias de un hospital
Un estudio recientemente publicado en PLOS One y llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Saskatchewan, en Canadá, ha concluido que solo 10 minutos de afecto de un perro pueden hacer que las personas sintamos menos dolor.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: DOS DE CADA TRES PAREJAS ROMÁNTICAS COMIENZAN SIENDO AMIGAS
La investigación de llevó a cabo en la sala de urgencias del Royal University Hospital, en Saskatoon, Canadá. Se pidió a más de 200 pacientes que puntuaran su nivel de dolor en una escala del 1 al 10, siendo el 10 el nivel más alto de dolor. Todos los participantes se encontraban en camas o habitaciones individuales con cortinas en el servicio de urgencias.
Los pacientes estaban esperando a ser atendidos por un médico, tenían un tratamiento en curso o estaban ingresados en el hospital y esperaban una cama en la unidad. Se reclutó a todos los pacientes que se ajustaban a los criterios de selección de los participantes y a los que se podía abordar sin interferir en su atención.
Después se hicieron dos grupos: uno de ellos estuvo 10 minutos con un perro de terapia y el otro no. Los investigadores les volvieron a pedir que clasificaran su nivel de dolor. Bueno, los que recibieron la visita perruna dijeron que tenían menos dolor. Los otros no.
Hubo un efecto principal estadísticamente significativo (aunque pequeño) de la intervención con perros de terapia sobre las calificaciones de dolor de los participantes. Los participantes del grupo del equipo de perros de terapia calificaron el dolor significativamente más bajo que los del grupo de control en la medición posterior a la intervención. Además, no se encontró ninguna interacción significativa entre el género y la intervención. Estos resultados sugieren que la intervención con perros de terapia tuvo un efecto positivo en la reducción del dolor de los participantes, y que este efecto es similar para personas de ambos sexos
apuntan los investigadores en la publicación.
En la última década, en Estados Unidos cada vez es más común ver perros de terapia en los entornos sanitarios, incluidos ámbitos como la psiquiatría geriátrica, la oncología pediátrica y las estancias hospitalarias.
Sin embargo, la investigación con que se cuenta para guiar una implementación es aún limitada, todavía menor si hablamos de los servicios de urgencias. Los científicos dicen en su estudio que en gran parte de la investigación no se tiene en cuenta al adiestrador, aunque tanto él como el perro formen un equipo, que el tamaño de las muestras suele ser pequeño, que faltan grupos de control y de que hay una alta proporción de participantes que son mujeres.
“Con un tamaño de muestra considerable, un grupo de control y una representación de participantes femeninos y masculinos, el estudio actual abordó estas cuestiones y descubrió que los equipos de perros de terapia visitantes tuvieron un impacto positivo, aunque pequeño, en el dolor del paciente y en las medidas relacionadas de ansiedad, depresión y bienestar“, aclararon.
“El grupo de intervención con perros de terapia tuvo una mayor reducción del dolor reportado en comparación con el grupo de control. El género no tuvo un impacto significativo, salvo una influencia menor en la ansiedad. La frecuencia cardíaca y la presión arterial no se vieron afectadas por los equipos de perros de terapia visitantes. La importancia clínica de estos resultados es significativa y requiere más atención y estudio”, dijeron los investigadores.
El dolor
Este es uno de los principales motivos por los que llegamos a la sala de urgencias de un hospital. Los resultados de este estudio sugieren la existencia de diferencias significativas antes y después en el grupo de personas que recibieron la visita del perro de terapia en comparación con el grupo de control que no recibió visita alguna.
En anteriores estudios se ha comprobado que las interacciones con un perro de terapia pueden aliviar la percepción del dolor al servir de distracción de los síntomas, así como influir en la percepción de la intensidad del dolor.
Un estudio descubrió que la participación de perros de terapia inmediatamente después de una cirugía de sustitución de la articulación mejoraba las puntuaciones de dolor de los participantes porque los ayudaba a distraerse del dolor. En estos casos no se aborda la fuente de dolor, dino que se alivia su percepción.
Otros investigadores proponen una relación más directa, sugiriendo que esto ocurre porque la interacción ejerce un efecto sobre ciertos marcadores biológicos que se corresponden con el dolor, como el cortisol, así como los indicadores cardíacos del estrés, como la presión arterial y la frecuencia cardíaca.
También se ha sugerido que la reducción del dolor puede estar influida por la liberación de hormonas y neuroquímicos beneficiosos como la oxitocina, así como por la disminución de los niveles de las hormonas del estrés, por ejemplo, el cortisol cuando se acaricia a un animal.
De acuerdo al estudio recién publicado: “los hallazgos de este novedoso estudio aportan un importante conocimiento hacia el valor potencial de los perros de terapia de urgencias para afectar a la experiencia del dolor de los pacientes, y a las medidas relacionadas de ansiedad, depresión y bienestar”, apuntaron los investigadores.
TAMBIÉN TE PUEDE INTERESAR: SI TIENES IDEAS DIFERENTES A TU PAREJA, ¿FUNCIONARÁ?
Autor: I.S. con información de Muy Interesante