El arte del desapego

¡Apegos! Mejor el arte del desapego. Pero cada persona habremos de vivir el apego y sus emociones como una experiencia personalísima. Los apegos, muchas veces, son resultado o producto o van junto a un montón de carencias afectivas o de validación.

Pero apegos, todos tenemos. En menor o mayor medida, con menor o mayor necesidad e incluso algunos apegos mucho más impositivos por la misma sociedad y nos dejamos llevar. Vamos todos en ese mar de emociones. Sí, toda la humanidad. Aunque suene y se lea un poco perturbador.

¿Qué son los apegos?

Partamos de eso, de medianamente desmenuzar qué son los apegos. ¿Qué es un apego? Llanamente se refiere a un vínculo con otra persona. Suelen desarrollarse en edades tempranas sobre todo con la madre o la tutora o tutor, es decir en la infancia con la persona que está más a nuestro cuidado.

Sin embargo, los apegos pueden ser seguros o inseguros, ¿cuál es la diferencia?

  • Apegos seguros: como lo dice, es para procurar el bienestar y seguridad de la persona que lo provee y hacia la persona que recibe ese vinculo que le va a generar cuidados, empatía, solidaridad e incluso aceptación. Promueve la seguridad y confianza.
  • Los apegos inseguros: Pueden ser desorganizados, evitativos o resistentes. La mayoría están relacionados a los apegos disfuncionales, esos que se dan más allá del amor o de la aceptación, sino que más bien son generados en momentos de adversidad. Pueden generar traumas o conflictos internos.

Los apegos no sólo son un síntoma de nuestra sociedad actual, sino que también es una disfunción que se trata, se atiende en terapia psicológica. Porque, como en la mayoría de las emociones y sentimientos, en demasía sobrepasa los límites de lo que es sano entre un vínculo entre dos personas.

El don y la virtud del arte del desapego desde tu experiencia será único y sólo tú sabrás cómo y cuándo adoptarlo.

El arte del desapego

El arte del desapego

Amar sin aferrarse. Amar sin poseer. ¿Así de sencilla como se lee y como suena? Sí.

Los apegos —casi—siempre nos traen consecuencias que no suelen ser muy generosas con nuestra paz, tranquilidad y conciencia.

El arte del desapego es un trabajo constante de reconstrucción, re educación, constante aprendizaje con información y fuete confiables, y, por supuesto, auto exploración hacia el interior de cada uno como individuos.

Hoy es común leer, escuchar o ver la frase, “ve a terapia”. Sólo que en países como México e incluso en América latina no es una prioridad la salud. Mucho menos la salud mental.

Pero para nosotres si debes ser una prioridad. Debemos invertir en nuestra salud mental, más allá del cliché e incluso moda. La salud mental nos llevará cada día a lugares más serenos, más libres, con menos frustraciones, y, por supuesto, con menos apegos.

Las relaciones más sanas donde dos individuos son conscientes, libres, con pocas o nulas expectativas y sobre todo con amor propio redituará en menos estrés, mínima dependencia y, en sí, la vida más ligera.

Viaje ligero y el maravilloso arte del desapego

Cada un habremos de experimentarlo a nuestro tiempo, con nuestras experiencias y herramientas.

Sin embargo, sugiero no saltarse ese auto conocimiento que te llevará a la bendición de vivir el arte del desapego más allá de la frase, sino que sea vivencial. Que no sea pasajero.

Tomará meses o quizás años, y es una disciplina que habremos de procurar, alimentar constantemente. Pero no desistas, no desistamos, ni caigamos en desestimarlo, mucho menos dejémoslo en el olvido.

Persistamos en el arte del desapego. Nos llevará a un sitio más sano y seguro.