Si pensabas que esas rabietas no iban a tener consecuencias para tu cuerpo, estabas equivocada, ya que se ha demostrado que enojarte te engorda.
Un video que esta circulando por la red nos explica que nuestro mal carácter se traduce en grasa en el cuerpo, según el nutriólogo Manuel Romero.
Esto se debe a que cuando estamos en situaciones de mal humor, aumenta la tensión y por lo tanto los niveles de cortisol.
Esta hormona “cortisol” es la encargada de regular nuestro nivel de glucosa en la sangre. Lo que quiere decir que entre más nos enojemos más glucosa tendremos en nuestro cuerpo.
Pero si no llegamos a hacer el desgaste energético posterior, la glucosa (responsable también de la diabetes) termina convirtiéndose en la indeseada grasa y hace la llamada “pancita”.
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