El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de Estados Unidos ha revelado que existe una forma de prevenir la depresión postparto.
Este trastorno lo padece una de cada siete mujeres durante el embarazo o el año siguiente al parto. Porque además a muchas mujeres les “urge” recuperar su peso y estar en el ideal.
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Elena Sanz Rivas, jefa del servicio de Psiquiatría del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, explica que el cansancio y las preocupaciones durante el embarazo son normales.
“Por ello, muchas mujeres se aguantan e, incluso, en el sistema sanitario se le resta importancia. Existen mujeres que durante el embarazo lo pasan mal y muy mal”.
Por ello, destaca la importancia de detectar los síntomas lo antes posible. Algunos son la pérdida de sueño, de apetito o de interés en las tareas diarias, además de la preocupación excesiva por ejemplo por lucir bellísima.
“Todas las mujeres tienen un grado de preocupación durante el embarazo, pero cuando esa preocupación no se va de la cabeza y hace sentirnos mal es el momento de consultarlo con un psiquiatra, con un psicólogo o comentarlo con el propio ginecólogo”.
El estudio señala que estos podría aumentar la probabilidad de que los bebés nazcan prematuramente o con bajo peso. Además de que afecta la capacidad de las madres para vincularse con sus hijos.
Los investigadores valuaron diferentes tipos de prevención, como actividad física, consejos para dormir, escribir o consumir antidepresivos.
Aunque algunas de de estas actividades mostraron buenos resultados, el asesoramiento fue el que reveló los mejores resultados.
39% de las mujeres que recibieron alguna forma de asesoramiento fueron menos propensas a desarrollar depresión postparto.
Los dos tipos de asesoramiento consultados fueron la terapia conductual cognitiva y la interpersonal.
La primera ayuda a las mujeres a explorar sus sentimientos y expectativas para crear entornos saludables y de apoyo a sus hijos.
La segunda incluye habilidades de afrontamiento y ejercicios de rol para ayudar a manejar el estrés y conflictos de relación.
Expertos recomendaron tomar alguna de estas terapias especialmente a mujeres con antecedentes de depresión, divorcio o experiencias de violencia doméstica.
Así como a madres solteras, adolescentes, de bajos ingresos, sin educación escolar, o con embarazo no planificado o no deseado.